Un espectacular registro del cielo profundo fue revelado por el NoirLab de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, luego de que el telescopio Gemini Sur, ubicado en Chile, capturara una nueva imagen de la llamada “Nebulosa de la Mariposa”, uno de los objetos más llamativos de la constelación de Escorpio.
La fotografía difundida, muestra con una nitidez inédita las enormes alas de gas que se extienden desde su estrella central y que le dan su célebre aspecto de mariposa en pleno vuelo. La nebulosa cuyo nombre científico corresponde a una estructura bipolar producida en las etapas finales de vida de una estrella, se encuentra entre 2.500 y 3.800 años luz de la Tierra.
Para dimensionar la distancia, un solo año luz equivale a cerca de 9,6 billones de kilómetros. Aun así, el instrumento astronómico logró registrar sus detalles con precisión, gracias a las condiciones de observación del desierto de Atacama, uno de los puntos más privilegiados del planeta para la exploración espacial.
En el centro de esta formación se encuentra una enana blanca, es decir, el remanente de una estrella que agotó su combustible nuclear. Hace miles de años, ese astro expulsó sus capas externas, dando origen a enormes nubes de gas que hoy se expanden simétricamente hacia ambos lados, creando las “alas” visibles en la imagen. El intenso calor de la enana blanca hace que ese gas brille, resaltando los tonos y formas que ahora pueden ser estudiados con mayor detalle.
La elección de este objetivo astronómico tuvo un componente especial. Estudiantes chilenos seleccionaron la nebulosa como parte de las celebraciones por los 25 años del Observatorio Internacional Gemini, una de las infraestructuras científicas más importantes operadas por el NoirLab. Este aniversario incluyó una convocatoria para que jóvenes del país propusieran cuerpos celestes a observar, fomentando el interés por la ciencia y la astronomía.
La imagen obtenida se suma a una serie de registros emblemáticos logrados por el telescopio Gemini Sur y reafirma el papel de Chile como epicentro mundial para la astronomía moderna. Científicos destacan que este tipo de observaciones no solo despierta admiración, sino que también permite estudiar la evolución estelar y comprender los procesos que atraviesan las estrellas al final de sus vidas.
La “mariposa cósmica” continúa así cautivando a astrónomos y aficionados, recordando la complejidad y belleza del universo visible desde el hemisferio sur.
Con información de AP








