Por Alexander Barajas
Con no poco desparpajo, la saliente Junta Directiva del Club de la Prensa emitió el martes 23 de noviembre una segunda convocatoria a la extemporánea Asamblea General Ordinaria del 1 de diciembre, en la cual los periodistas afiliados al ente gremial elegiremos las nuevas directivas para los próximos dos años.
Y es curiosa esta nueva convocatoria porque con ella se desdice la saliente junta de una de las dos principales objeciones que tuvo la primera convocatoria, hecha el 11 de noviembre pasado y que tuve la oportunidad de comentar para IFMNOTICIAS.COM hace más de una semana.
Mi primera observación en ese entonces fue que la Junta Directiva debió renovarse antes del 31 de octubre, cuando terminaba el mandato de la actual. A falta de máquinas del tiempo, tamaña anormalidad no puede corregirse y mucho menos desdecirse con una nueva convocatoria.
En lo que sí se “echó reversa de para atrás”, como diría el Bolillo Gómez, es en la curiosa primera decisión de convocar una asamblea virtual cuando este tipo de reuniones puede hacerse de manera presencial, siguiendo sencillos protocolos definidos desde finales de octubre por la muy cercana Alcaldía de Medellín.
El desparpajo al cual aludo al comienzo de este segundo comentario es que la nueva convocatoria, pese a contradecir la primera en dicho aspecto, empieza afirmando “Les queremos recordar lo siguiente: Se cumplirá el miércoles 1 de diciembre, a las 6:00 p. m., al lado de la piscina del Hotel Dann Carlton. Será presencial. Quien no pueda asistir tiene la opción de delegar, por escrito, su poder a cualquier integrante del Club”.
Pese a no reconocer explícitamente la falta de tino por una primera convocatoria a una asamblea virtual, la saliente Junta Directiva al menos nos entregó, en esta segunda convocatoria, una loable y altruista explicación que se lee muy fácil entre líneas: fue por exigencia de una querida entidad patrocinadora y amiga del club.
“Esa noche serán entregados los carnés para utilizar los servicios de la cadena de hoteles Dann Carlton (Dann Carlton Medellín y Belfort) que otorga su gerente, Manuel Molina, a todos los socios del Club de la Prensa de Medellín”. Surge inevitablemente la pregunta, ¿sin la petición de don Manuel, se mantendría la asamblea virtual? En fin, la asamblea presencial nos puede dar la oportunidad de preguntarlo, ¿no?
Por último, me llama la atención que la saliente Junta Directiva, tal vez para evitar contrariadas expectativas ante su conveniente silencio frente a los atropellos sufridos por periodistas en el último tiempo, ya no sigue diciendo que el Club de la Prensa promueve el colegaje.
En esta nueva convocatoria, quedo muy claro que la razón de ser para nuestro ponderado club es una, no más. “Esperamos seguir adelante como un club de estudio y de formación para que sus integrantes tengan conocimientos más amplios en favor de su ejercicio profesional”.
La defensa de la dignidad gremial o cuestionar abusos contra la prensa y los periodistas, vengan de cualquier poder, parece que no.
