Muchas estaciones de servicio británicas aún estaban secas el viernes después de una semana caótica en la que se produjeron compras de pánico, peleas en los surtidores y conductores que acumulaban combustible en botellas de agua después de que una aguda escasez de conductores de camiones tensó las cadenas de suministro hasta el punto de ruptura.
La escasez de trabajadores a raíz del Brexit y la pandemia de COVID ha sembrado el desorden en algunos sectores de la quinta economía más grande del mundo, interrumpiendo las entregas de combustible y medicamentos e incluso aumentando los temores de una matanza masiva de ganado.
Los ministros británicos han insistido durante días en que la crisis está disminuyendo o incluso terminando, aunque los minoristas dijeron que más de 2.000 estaciones de servicio estaban secas y los reporteros de Reuters en Londres y el sur de Inglaterra dijeron que decenas de surtidores aún estaban cerrados.
Colas de conductores a menudo furiosos regresaban de las gasolineras que todavía estaban abiertas en Londres.
La Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA, por sus siglas en inglés), que representa el 65% de las 8,380 estaciones de servicio de Gran Bretaña, dijo que los miembros informaron el jueves que el 27% de las bombas estaban secas, el 21% tenía solo un tipo de combustible en stock y el 52% tenía suficiente gasolina y diésel.
“Esto se está agotando más rápido de lo habitual debido a una demanda sin precedentes”, dijo el director ejecutivo de PRA, Gordon Balmer.
La crisis del combustible en Gran Bretaña se está estabilizando, aunque la demanda sigue siendo alta, dijo el viernes el ministro de Policía, Kit Malthouse.
“La situación se está estabilizando en todo el país, aunque obviamente todavía hay una alta demanda de combustible”, dijo Malthouse a Sky News. “Esperemos que durante los próximos días eso se alivie a medida que los tanques se llenen”.
Después de que la escasez de camioneros provocó el pánico en las compras en las estaciones de servicio, los agricultores ahora advierten que la escasez de carniceros y trabajadores de mataderos podría forzar un sacrificio masivo de hasta 150.000 cerdos.
Minette Batters, presidenta de la Unión Nacional de Agricultores, dijo que un sacrificio de hasta 150.000 cerdos estaba “potencialmente en una semana, diez días de distancia”.
