Por: Álvaro Ramírez González
A pesar de que he sido muy claro en cuanto que está columna no está comprometida con ningún partido ni candidato, por elemental respeto a tantos lectores, que son de muchas vertientes políticas, he recibido muchas críticas porque el candidato Rodolfo Hernández ha tenido ya tres columnas.
Me reclaman que estoy parcializado, eso no es verdad. Veamos:
No estoy interesado en hablar de Petro que viene encabezando las encuestas, porque mis lectores conocen ya la opinión de este columnista acerca de ese personaje. Además, porque el aglutina en su registro, toda la izquierda y ya está en su techo electoral en mi criterio. El centro y la derecha están dispersos en varios núcleos que están haciendo su proceso de selección.
En la primera vuelta presidencial se va a definir el candidato único del centro derecha, que va a enfrentar a Petro por la presidencia, no antes. Rodolfo Hernández se disparó en las encuestas, por qué produce emociones en el auditorio, su Alcaldía de Bucaramanga mostró que ese exitoso empresario, es también un gran gerente público. Su discurso sobre acabar la “robadera y el despilfarro “, produce emociones, y todavía más, el hecho de que no quiere “politiqueros cerca”, “mi única alianza será con el pueblo”. Pero Hernández exagera al extremo, y así hay que evaluarlo con objetividad.
No todos los políticos son politiqueros primero que todo, hay muchos políticos serios y honrados, no puede calificar de “malos “, a todos los gobiernos anteriores. No se pueden comparar los mandatos de Uribe cuyas cifras son notables y el progre so y la seguridad invadieron a todo el país, con el mandato de Santos cuyas cifras son lamentables y el desorden y la politiquería fue el menú de cada día.
Cuando el departamento administrativo de la Presidencia de la República gasta $ 4.700 millones diarios, que son $ 1.7 billones anuales, es porque por allí se paga una buena parte de los subsidios que otorga el gobierno a los más necesitados, solo el 5% de esa cifra es el pago de la burocracia.
Son pues manifiestas las generalizaciones y exageraciones de Rodolfo en su discurso, Peñalosa le dijo en un debate:
“Aquí hay un país en marcha; sin duda hay muchas cosas por corregir y mejorar, pero la sociedad colombiana ha avanzado en bienestar y en derechos”, y le mostró muchos ejemplos reales de avances en la calidad de vida de los colombianos.
Eso de que el país está “desbaratado “, no es cierto, la pandemia y el paro terrorista de Petro trajeron quiebras y aceleraron los indicadores de pobreza, pero esas son las tareas y desafíos del nuevo gobernante.
Criticar a Iván Duque de seguro produce emociones, pero es realmente oportunista e injusto, de hecho, a medida que se aproxima el fin de su mandato, y se empiezan a entregar tantas obras, su popularidad mejora rápidamente.
A Iván Duque no solo le entregaron un país endeudado y desfinanciado, sino que le tocó enfrentar el peor ataque terrorista que haya conocido la sociedad colombiana, y para rematar una pandemia que apagó el suiche económico de la tierra, y a fe que la ha manejado con lujo de competencia.
No solo en la adquisición y administración de las vacunas, sino en el apoyo financiero claro a 400 mil empresas, buscando mantener el empleo, a todo señor, todo honor. Cuidado con esas exageraciones y generalizaciones candidato Rodolfo, producen emociones pero atropellan la historia y la verdad, ¡así no se vale!.