Por Crl. (r) Oscar Ricardo Colorado Barriga
Sea lo primero indicar: las drogas y su cadena perversa son el centro de gravedad del terrorismo y la delincuencia que azota a Colombia y cualquier ligereza intentando justificar su consumo, solo puede provenir de aquellas personas que se benefician directa o indirectamente de su tráfico o cumplen mandados que favorecen el micro tráfico, el mismo menudeo que gracias a la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, aumentó más del 250 por ciento en los últimos años, llenando las arcas de los carteles como nunca antes, ofreciendo una variedad de 33 nuevas drogas narcóticas de origen químico o vegetal.
La señora Carolina Sanín puede opinar libremente, lo que no puede hacer es utilizar un programa de televisión oficial, el cual tiene una función social, para intentar con un lenguaje seudo intelectual expresarle a una audiencia que las drogas y su consumo son sexis y a ella le parece una moda digna de imitar ya que los drogadictos le despiertan deseo sexual, contrariando los estudios científicos, la sana lógica y el ordenamiento jurídico.
Los alucinógenos destruyen a nivel psicológico y físico al ser humano, lo sacan de la realidad y le llevan a cometer los peores delitos con tal de saciar su impulso; no tiene nada de sexi el ataque de un drogadicto que asesina a su víctima por un simple celular o el descuartizamiento de seres humanos en el sector del cartucho, tampoco fue sexi que Gustavo Petro instalara puntos de distribución de droga en el Bronx, aumentando los consumidores y disparando el crimen.
No es sexi ver los miles de despojos humanos que andan en el centro de Bogotá intoxicados a la caza de víctimas, jamás podría ser considerado sexi la violación y posterior muerte de Yuliana Sambony a manos de un “play boy” drogado estrato seis como Rafael Uribe Noguerao la desaparición de Sara Sofía por causa de su madre drogadicta: solo a un enfermo le puede parecer cada uno de estos actos de barbarie “sexi”. Observar un grupo, al parecer de mujeres toxicómanas destruyendo todo a su paso, defecando a la entrada de las iglesias y gritando que desayunaban fetos abortados, en supuesta reivindicación de derechos es repugnante, jamás sexi.
Las FARC, ELN, Caparros, Pelusos y demás grupos narcotraficantes, jamás serán sexis y pronunciamientos como el de esta señora en un canal de televisión público, solo les mejora el “negocio”, envalentona a cobardes como Santrich y les permite seguir cometiendo atentados como el de Corinto (Cauca) el pasado 26 de marzo. No es sexi ver como Venezuela se convirtió en un narco estado miserable gracias a sus gobernantes que como Sanín consideran súper sexi las drogas, tampoco es sexi el decomiso de más de dos toneladas de estupefacientes a unos indígenas que se creen sexis y volvieron sus resguardos santuario de carteles; no resulta para nada sexi presenciar como Nicolás Ávila socio del hijo de Santos, utilizo su cargo en la embajada de Suiza para traficar alucinógenos o que decir de los sexi laboratorios en predios de la familia Sanclemente.
Señora Sanín, ver como algunos jóvenes, destruyen su futuro al seguir sus gustos frente a las drogas y observar como expendedores llegan inclusive a jardines infantiles a buscar sus víctimas, por ningún motivo es sexi, y esto no es mojigatería o ignorancia como usted con insultos en sus redes lo afirma, se llama sentido común y bienestar social, conceptos que los progresistas quieren aniquilar al mismo paso que arrasan selvas y contaminan ríos para la producción de alcaloides, sustancias que usted considera elixir sexual.
POSDATA: “Señor Presidente, progresistas como la señora Sanín y su jefe la alcaldesa, consideran el flagelo de las drogas como algo sexi y recreativo, saben que con el aumento del consumo podrán seguirse financiando grupos terroristas base de sus partidos políticos, inclusive, alcanza para su postulación como mejor funcionaria, así que por favor no desfallezca en la lucha contra estas estructuras criminales y toda su cadena.”
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