Por : Álvaro Ramírez González
Este fue el grito de Gustavo Petro, en su concentración política de la Boquilla en Cartagena refiriéndose a Alvaro Uribe y su finca el Ubérrimo. Uribe explicó con todos los detalles todas las cosas que hacen allí en esa finca.
Hay cría de vacunos, lechería tecnificada, tareas de ensilaje y henolaje, levante y ceba de vacunos y manejo y limpieza permanente de praderas. Una caballeriza que tiene muchos caballos y mucha mano de obra. Y también especies menores que requieren atención y gente. Toda una empresa agrícola y pecuaria !
Para una persona envenenada que “no ha empacado un tamal“, como Petro, que no sabe que es producir ni enfrentar los problemas de la empresa y que jamás ha pagado una nómina con dinero de empresa, es muy fácil hacer esa aseveración tan torpe como equivocada.
“ No vengo a expropiar nada pero Uribe, por favor produzca!”
Eso lo dice una persona que después de ser terrorista y secuestrador, ha vivido siempre del dinero del Estado y jamás ha hecho empresa. Un líder que se proclama popular y amigo de las causas de los pobres, pero vive en una mansión de $2.500 millones y usa zapatos Ferragamo. Vaya líder popular!.
El “cuento“ de Petro de que el Estado compre (y como no tiene con qué, expropie) empresas y tierras, es un modelo ensayado y fracasado en todo el mundo y hace 21 años en Venezuela.
Veo por las redes un alud de haciendas grandes y hermosas en el hermano país, para la venta. Las están regalando. Valen centavos! El socialismo llevó a Venezuela, pobreza (95%), violencia e inseguridad. Es imposible hacer ganadería o agricultura allí.
Entre el gobierno con un absurdo control de precios y la extorsión de cientos de grupos delincuentes, en campos y carreteras, hacen imposible trabajar allí.
Por eso están regalando todas las fincas.
Conocí por mi actividad ganadera una finca espectacular que el Gobierno le incautó a Rodriguez Gacha, alias el Mexicano muy cerca de Puerto Boyaca. Eran 1.000 hectáreas planas de la mejor tierra del magdalena medio. El gobierno hizo 100 parcelas de 10 hectáreas cada una y se las entregó a 100 familias campesinas.
Saben Ustedes cuantas parcelas de esas 100, hay en explotación y con la familia viviendo allí?: Dos parcelas!. El resto están abandonadas, arrendadas y prometidas en venta a ganaderos vecinos.
Hacer empresa a la berraca y a los gritos en una tarima, consigue aplausos y a veces votos pero es probadamente imposible. Esas parcelas de 10 hectáreas sin capital, sin semillas, sin abonos, sin herbicidas, sin maquinaria y sin un mercadeo claro, no son más que un encarte para esos campesinos.
Por esa razón están abandonadas, arrendadas o prometidas en venta a ganaderos vecinos. Eso fue una reforma agraria teórica, torpe y fracasada.
Petro no produce más que odio y lucha inútil de clases. Sus discursos vomitan veneno, caos y propuestas inviables. Qué le va a enseñar Petro en una tarima y a los gritos de producir en el campo, a Alvaro Uribe, un campesino, hijo y nieto de campesinos que toda la vida han puesto a producir la tierra y al servicio de sus colaboradores con quienes reparte los beneficios?.
En política social Uribe le da “sopa y seco” a Petro. Y de producción agrícola y pecuaria puede ser su maestro.
Uribe luce como un motor. Petro como un parásito!
