El presidente Gustavo Petro, conocido por sus repetidas denuncias de supuestos intentos de golpe de Estado, volvió a desatar polémica este martes al señalar a la multinacional JP Morgan como responsable de un “acoso financiero premeditado” contra Colombia. Según el mandatario, esta acción estaría motivada por su postura política en favor de Palestina, la cual ha generado críticas y tensiones en la escena internacional.
La acusación de Petro
Durante una intervención pública, el presidente aseguró que JP Morgan busca bajar deliberadamente la calificación crediticia del país. Argumentó que esto es una represalia por su apoyo a la causa palestina, una posición que ha sido controversial tanto dentro como fuera del país. “Buscan cómo bajar nuestra calificación a como dé lugar y lo hacen por mi posición frente a Palestina,” afirmó Petro, sugiriendo que existe una conspiración económica para debilitar su gobierno.
El comentario del presidente llega en un momento crítico para la economía colombiana, que enfrenta desafíos como la alta inflación, una depreciación significativa del peso, y la incertidumbre generada por reformas ambiciosas con alto costo económico, que ha generado incertidumbre. Sin embargo, esta no es la primera vez que Petro señala a un supuesto enemigo externo o interno como responsable de los problemas que enfrenta su administración.
Una larga lista de “conspiraciones”
El señalamiento contra JP Morgan se suma a una lista de teorías de golpe que el presidente ha divulgado desde el inicio de su mandato. Petro ha acusado en el pasado a sectores como la derecha política, jueces, magistrados del Consejo Nacional Electoral, congresistas, e incluso ha advertido de golpes “blandos” y “de corbatas”. Estas narrativas han sido percibidas por algunos analistas como intentos de desviar la atención de problemas internos y errores en la gestión gubernamental.
En esta ocasión, la acusación contra JP Morgan parece una estrategia para atribuir a factores externos la posibilidad de una reducción en la calificación crediticia de Colombia, un riesgo real señalado por varias agencias debido a políticas económicas vistas como insostenibles. Reformas altamente costosas y una gestión fiscal cuestionada han elevado la percepción de riesgo entre los inversionistas, lo que podría justificar las acciones que Petro denuncia como parte de una conspiración.
Los señalamientos JP Morgan, por parte del presidente Petro, se dan 24 horas después de que la calificadora de riesgos Fitch mantuvo la calificación BB+, pero advirtiendo que de continuar el país por el camino que va, tendrá un muy difícil año 2025.
Entre la realidad y la política
Los expertos en economía y relaciones internacionales han expresado reservas sobre las declaraciones del mandatario. Señalan que, aunque la postura de Colombia frente a Palestina podría influir en las relaciones con ciertos actores globales, la calificación crediticia depende más de indicadores económicos concretos que de posicionamientos políticos. Además, culpar a una entidad financiera de renombre como JP Morgan sin pruebas sólidas podría erosionar la confianza de los mercados internacionales en el país.
El nuevo enfrentamiento del presidente con una entidad internacional plantea preguntas sobre su estrategia de gobierno y su manejo de la economía. Mientras tanto, sectores opositores han aprovechado el momento para criticar lo que consideran una “obsesión” del mandatario con teorías de conspiración, calificándolas como distractores de una gestión que acumula críticas por sus resultados.