De todo se ha dicho tras las graves inundaciones en Medellín por cuenta de las lluvias, que dejaron el saldo de dos personas fallecidas y mas de 23 heridos, algunos de ellos de gravedad. Sin embargo, poco se ha hablado de los municipios del sur del Valle de Aburrá.
Y es que la mayoría de estos aguaceros comienzan precisamente en las montañas de Caldas, más conocido como “cielo roto” por ser el municipio del Valle donde más llueve, seguido de sus vecinos Sabaneta e Itagüí, y esta es la razón de las crecientes que se presentan en el cauce del río Medellín que nace precisamente en las montañas de Caldas.
Si el tema de las inundaciones y crecientes fuera netamente resultado del cambio climático, todos los municipios del sur verían los mismos estragos que se ven en Medellín. Pero no es así. Más allá de las emergencias en Itagüí, ni Caldas ni Sabaneta han presentado, desde hace meses, graves consecuencias por las precipitaciones.
Hace más o menos dos años Sabaneta vivió una de las peores emergencias por las lluvias de los últimos años, un colegio se inundó por completo, las calles se volvieron ríos, el lodo bajaba por las quebradas enfurecidas y crecidas que terminaron por desbordarse, arboles cayeron y varias vías resultaron cerradas hasta que se limpió por completo la zona.
Pero ¿por qué esto no volvió a suceder? La respuesta es sencilla: se incrementó el trabajo de las entidades encargadas de mantener los desagües y las quebradas en buenas condiciones.
Aquella inundación fue el campanazo para que la administración ejecutara acciones y pusiera los ojos en las más de 10 quebradas que atraviesan el municipio en su camino hacia el río Medellín.
Desde entonces, los desagües y sumideros se mantienen en buenas condiciones y preparados para recibir grandes cantidades de agua, las rondas de las quebradas sin basura, se retira el material que se va asentando en la base de los afluentes y se talan o trasplantan los árboles que podrían caer al cauce en caso de una creciente.
¿Si la estrategia funciona en Sabaneta, qué es lo que pasa en Medellín?
Pues la respuesta, de nuevo, es simple. Las autoridades solo se preocupan de los desagües y las rondas de quebradas y ríos luego de sucedida la tragedia y vuelven y olvidan estos puntos críticos hasta que una nueva inundación ocupa titulares de todos los medios de comunicación del país.
Esto deja claro que si se ejecutaran de manera frecuente y con la voluntad requerida las acciones preventivas se mitigaría el impacto del aumento de las precipitaciones en la ciudad y por ende los ciudadanos sufrirían menos cuando llueve en Medellín.
