Los amigos se abrazarán, se sacarán cervezas y se reabrirá franjas de la economía británica el lunes, lo que dará a 65 millones de personas una medida de libertad después de la tristeza de un bloqueo de COVID-19 de cuatro meses.
La mayoría de los británicos serán libres una vez más para abrazarse, aunque con cautela, beber en su pub, sentarse a comer en el interior o visitar el cine después de una serie de cierres que impusieron las restricciones más estrictas en la historia de tiempos de paz.
La mayor crisis de salud pública en un siglo estuvo acompañada de una drástica extensión del poder estatal; durante los encierros de Inglaterra, la policía disolvió tanto las fiestas como las protestas, cerró los servicios religiosos y entregó multas de hasta 10,000 libras ($ USD14,000) a los jóvenes por salir de fiesta.
Cuando la libertad llama una vez más, hay emoción.
“Abrazaré literalmente a todos los que pueda tener en mis manos”, dijo la actriz británica Joanna Lumley al periódico The Telegraph. “Le arrebataré a los bebés a sus madres .
“Abrazaré a las niñas en la caja, al encuadre de fotografías y a los muchachos que juegan al fútbol en el parque. Mucho más tarde, obviamente, estaré abrazando al personal de la policía cuando me acusen en la estación. Abrazador-asaltante, esa soy yo”.
Sin embargo, además de la euforia, también hay ansiedad.
El primer ministro Boris Johnson, quien antes de imponer tres cierres nacionales había criticado las tendencias de “niñera” del estado británico, aconsejó a la gente que se abrazara con cautela y notificó que la propagación de la variante del coronavirus identificada por primera vez en India significó la reapertura final del Reino Unido en junio podría retrasarse.
Existe una creciente preocupación por el B.1.617.2 que, según los asesores científicos británicos, se convertirá en la variante dominante en el Reino Unido y que es más transmisible que B.1.1.7, la variante identificada por primera vez en Kent, Inglaterra.
En términos generales, a partir del lunes en Inglaterra se permitirán reuniones al aire libre de hasta 30 personas, se permitirá que dos familias se reúnan en el interior; reabrirán cafés, bares y restaurantes para servicio en interiores; los residentes de residencias de ancianos podrán tener cinco visitantes; y cubrirse la cara ya no será obligatorio en las escuelas.
También se ha levantado la prohibición de los viajes internacionales.
“Soy estadounidense, mis hijos son estadounidenses, mi esposo es británico, vivimos en el Reino Unido, así que es muy bueno que podamos viajar de nuevo hoy”, dijo Julie, de 42 años, que volaba a Austin, Texas desde Heathrow.
“Mi familia no ha conocido a mi hijo menor, así que estamos felices de poder viajar”
Aunque las reglas son ligeramente diferentes en las cuatro partes constituyentes del Reino Unido, las restricciones se relajarán en Inglaterra, Escocia y Gales a partir del lunes, mientras que se relajarán un poco más tarde en Irlanda del Norte.
La cifra oficial de muertos en el Reino Unido es de 127.679, la cifra más alta de Europa y la quinta más grande del mundo, después de Estados Unidos, Brasil, India y México, según la Universidad Johns Hopkins.
El año pasado, la economía británica tuvo su peor declive en tres siglos, mientras que el gobierno gastó cientos de miles de millones de libras para salvar empleos y empresas, y el Banco de Inglaterra duplicó su programa de compra de bonos.
