El día de hoy, de nuevo, en la comisión primera del Concejo de Medellín se negó, de nuevo y por segunda vez la venta de las acciones de EPM en UNE-Tigo, esta vez la votación quedó 3 – 3, porque el concejal Carlos Ríos presentó un impedimento que le fue aceptado, al tener un familiar vinculado a UNE-Tigo por lo que se apartó de la discusión.
Se votó en dos oportunidades al haber un empate técnico, como lo determinan las normas del congreso, y como la segunda votación tuvo el mismo resultado se declara como negativa y se hunde el proyecto, como sucedió en este caso. Por esto la Alcaldía de Medellín anunció que presentará una apelación ante la plenaria para que el proyecto sea votado en otra comisión y de esta manera sea aprobado.
La razón principal por las cual no pasó en la comisión primera radica en que Daniel Quintero no estuvo dispuesto a incluir en el proyecto las condiciones impuestas por la oposición donde se solicitó que quedara en los documentos de aprobación de la venta, que dichos recursos serían destinados para proyectos sociales destinados a los más pobres de la ciudad, quitando de esta manera que los mas necesitados de Medellín se vean beneficiados por la venta de las acciones que EPM tiene en UNE-Tigo.
Según la administración municipal, no puede quedar consignada la destinación de esos recursos, por normatividad vigente, pero no hace referencia a las normas que impedirían que dichos dineros quedaran endosados a los proyectos sociales que requieren las poblaciones vulnerables de las ciudad.
Esto deja en evidencia que Daniel Quintero no pretende que esos recursos se destinen a esas poblaciones sino que su único objetivo es lograr que EPM obtenga los recursos de la venta, sin conocerse la destinación especifica de los mismos. ¿Será que pretende que sean utilizados con otro fin, dejándolos amarrados para obtener beneficios personales de esos recursos?.
