- El asunto tan sumamente delicado de la minería criminal (que no debemos confundir con la ilegal, aunque obviamente la criminal es ilegal más no toda la ilegal es criminal) tiene aristas para coger con pinzas. Pero mientras en el ministro Iván Velásquez se tiene plena credibilidad y confianza pues lo respalda una trayectoria de impecables acciones, alrededor del tema minero y sus crisis, existen actores que se involucran pues dicen tener legitimidad en el tema, pero en vez de aportar a las soluciones, agudizan los problemas con sus necias posiciones.
- El sector turístico colombiano, en sus distintas organismos estatales y desde sus competencias, así como en los privados que tocan con el tema ¿no debería hacerse algo eficaz, acordado conjuntamente para reglamentar y controlar los desafueros de todo orden cometidos contra turistas? El país pierde y el empresariado del turismo también; la imagen nuestra se está deteriorando. Es previsible entonces que un importante renglón de la economía colombiana decae.
- A las alertas de la exconcejal María Paulina Aguinaga hay que prestar atención. Ha demostrado ser rigurosa en sus juicios, estudiosa de los temas de ciudad y habla con conocimiento de causa; sus planteamientos deben oírse y atenderse. En recientes apariciones ante la opinión pública, se ha referido a eventualidades del Metro de Medellín que presta sus servicios a la subregión del área metropolitana, y en las que inciden decisiones de los entes municipales que la conforman.
