- Una cosa es la inexperiencia absoluta en el sector público y además, carecer de experiencia administrativa que implique manejar recursos humanos y financieros importantes; y otra muy distinta no haber ejercido altos cargos (o ninguno) en el sector oficial, pero tener la formación, el conocimiento, y, además, una trayectoria destacada e importante en un campo específico, bien sea en la academia, en el sector privado, o en ambos, antes de incursionar en la vida pública. ¿Cuál era, por ejemplo, la experiencia acumulada en el sector oficial que tenían, en su mayoría, los miembros del gabinete de Duque? ¿Quiénes de ellos tenían trayectoria en la clase política? Muy pocos. Algunos de ellos, el de Salud, por ejemplo, se destacó y se lució; supo manejar en Colombia, por decirlo de alguna manera, la desconocida y dificilísima situación de la pandemia que golpeó al mundo. Los miembros del gabinete ministerial del presidente Gustavo Petro, por su trayectoria, son en gran medida diferentes a los del expresidente Iván Duque. Similares observaciones aparecen cuando se analizan equipos de gobierno en lo local. Analizando el gabinete del alcalde Daniel Quintero, el balance es francamente desalentador. Llegaron a su equipo de inmediatos colaboradores, profesionales sin ninguna trayectoria y sin el talante para el ejercicio del cargo. En los campos del conocimiento específico, contadas excepciones, exhiben pergaminos que los destaquen; la ciudad nunca la habían recorrido con ojos de observación para el servicio público; y algunos ni siquiera habían vivido de cerca o medianamente cerca, las penurias, carencias, y graves problemas de la capital antioqueña. Y como para rematar, no faltan los que en su haber apenas sí tienen arrogancia y altanería. La pulcritud en el manejo de las arcas, según columnas serias de opinión y algunas evidencias sin comprobar, son penosas.
- En asuntos de explotación minera, en general hay mucha desinformación. Es bastante inconveniente que se hable del tema sin precisar conceptos fundamentales que al ser divulgados confunden; desvirtúan el fondo de las diversas situaciones que se desprenden de tan importante renglón de la economía. Por estos días se informó sobre incautación de maquinaria que opera ilegalmente en los ríos Nechí, Cauca y Magdalena. ¿En manos de quiénes está su utilización? ¿Con qué fines se da en ciertas zonas del país el trabajo minero? ¿A dónde van a parar las utilidades de esas labores ilegales? ¿Cuáles son las diferencias entre minería criminal, ilegal, tradicional, informal, ancestral? Un tema de tales dimensiones, no debería tratarse en los medios y en redes sociales con ligereza. Satanizarlo alegremente, tal vez para ganar réditos políticos, simplemente es restar posibilidades de desarrollo económico y progreso social a comunidades que bien merecen oportunidades bien conducidas. Tampoco se trata de negar y menos permitir, los daños irreparables que la minería puede hacer (de hecho está haciendo) a las fuentes de agua, ríos y comunidades expuestas. En la Secretaría de Minas de Antioquia hay un muy importante trabajo de legalización unido a procesos que forman para tecnificar el trabajo minero informal, lo que aporta inmensamente en su desarrollo. Falta por hacer, sin duda hay conciencia que facilite acuerdos, mientras por otro lado hay un radicalismo extremo que entorpece gestiones de voluntad política. Se puede prosperar en equilibrio con la naturaleza, es la última conclusión de los estudiosos del Planeta.
- Sigue el debate sobre la venta de las acciones de EPM en UNE -Millicom. Los ciudadanos no es que tengamos la suficiente claridad como para «terciar» a favor o en contra; lo que sí es evidente, sin duda alguna, es la baja cobertura en conectividad para la demanda de Medellín y lo mal que estamos en la capacidad para disminuir las brechas de inequidad tecnológica. Razón tiene el concejal Luis Bernardo Vélez al llamar la atención sobre esa dichosa venta; aunque la verdad es que ni los concejales en contra, ni los que están a favor de la propuesta del Alcalde Quintero, nos han dado elementos de juicio tan claros y contundentes que merezcan ser apoyados o no por nosotros los ciudadanos.
