Por Claudia Posada
Sinceramente el discurso social de Petro no se parece al de Chávez y menos al de Maduro en ninguno de los momentos de sus respectivos mandatos. Son planteamientos tan distintos que no me cabe pensar que sean la misma cosa. Además, en la Venezuela de Chávez y de Maduro ha habido una fuerte y muy determinante influencia de Cuba, inclusive en la conformación de las líneas de mando con dominio de militares muy influenciados por Cuba. No veo cómo pueda Petro, si gana, volvernos a Colombia un régimen castrochavista, qué tal por Dios.
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Como en Colombia cambiamos de escándalo cada 8 días, ya se esfumó la bulla por la plata de un adelanto bastante generoso por cuenta de un contrato billonario adjudicado al señor Tapia que prometió prender el ventilador para que con él cayeran todos su compinches, entre los que supuestamente estarían involucrados políticos y funcionarios del gobierno. ¿En qué paró esa promesa? Por ahí se mencionaron dos o tres nombres, algunos de ellos salieron a dar declaraciones superfluas, y hasta ahí. Ahora el escándalo de moda nos trasladó a los Papeles Pandora; la lista es larga y los repitentes, es decir, los altos funcionarios de este gobierno y de anteriores, que se ven envueltos una y otra vez en distintos escándalos, salen, públicamente dicen ser completamente ajenos a tales asuntos, y siguen ahí “entregando sus muy notables servicios a la patria”.
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Uno que otro funcionario de alto rango en todo gobierno, saca la cara por los demás. El actual director general del SENA, dirigente empresarial antioqueño, Carlos Mario Estrada Molina, es uno de ellos. Entusiasta y comprometido con la misión de la Entidad que ofrece formación profesional integral, ha demostrado eficiencia admirable, por lo que sin duda se constituye en el ejemplo que quisiéramos muchos más siguieran. Es lamentable que tantísimos cargos en el Estado sean ocupados por un montón de inútiles a los que de ninguna manera les cabe el título de “servidores públicos”.
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En sintonía con el Día de los Animales, los amantes de las mascotas, seguimos esperando cuándo veremos endurecer (y aplicar con rigor) las leyes que buscan proteger a los animales de compañía; y desde luego también a especies en extinción, fauna marina y silvestre, animalitos de la calle que son brutalmente maltratados, y en general a todo ser sintiente, ellos merecen la protección estatal. Todos los humanos deberíamos tomar conciencia del cuidado que les debemos a los animales. Y los legisladores asumir con respecto a ello, el papel que les corresponde.
