Por Claudia Posada
Es más frecuente de lo que nos enteramos, que los gobernantes locales o regionales hagan viajes al exterior por cuenta del erario. Algunas de esas salidas tienen sentido, son productivas y no deben despertar malestar. Es el caso, por ejemplo, de la agenda que cumplirá en EEUU la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. Se trata, entre otros, de reunirse con personalidades del más alto nivel, gestionar recursos internacionales, traerse para Bogotá una jugosa donación que será invertida en innovación digital, movilidad y seguridad. En cambio, ni qué decir de “ciertos paseos” a todas luces innecesarios.
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Interesantísima la columna del Ingeniero José Hilario López, columnista permanente de El Reverbero de Juan Paz, este 24 de septiembre, titulada Lo que no se ha develado sobre Hidroituango. Las hipótesis que él plantea, las explicaciones que da desde su saber y puntos de vista, a mí particularmente me aportaron muchísimo a la percepción de ese complejo escenario que a partir del 28 de abril de 2018 con la contingencia, y ahora alborotado con los señalamientos de posibles culpables, genera tantísimas preocupaciones. Para el común de los mortales que no sabemos de términos técnicos manejados por ingenieros, recomiendo esta columna escrita como para facilitarnos a todos su comprensión.
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Si a los “cariñitos” con los que desde siempre han engolosinado a particulares y a funcionarios de todos los niveles, llaman “Mermelada” ¿Cómo se puede llamar lo que con amplia generosidad reparten en este gobierno a diestra y siniestra para estimular acuerdos de la más evidente conveniencia para algunos sectores sembrados en las esferas de poder y decisión?
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Las estrategias electorales incluyen mañas, digamos, perversas unas, otras no tanto. Depende del estilo de campaña política que definan: “Campaña negra”, es de puro desprestigio para afectar a sus contrincantes, pero eso sí, sacándoles inconvenientes que son verdad. La “campaña sucia”, en cambio, acude a montajes, inventan infamias y ocupan las redes sociales para dañar el buen nombre de los contrarios a como dé lugar. Lo ideal sería que no se metan con los opositores haciendo tanto ruido. Qué bueno sería que nos permitieran más bien saber sus proyectos concretos de llegar al poder, y mostraran una trayectoria limpia de ejecuciones. Promesas de esas gastadas como por ejemplo: ¡Lucharé por los campesinos! ¡Habrá empleo! ¡Tenderemos seguridad! Eso no dice nada…
