Grandes suspicacias surgen en Colombia, tras las últimas declaraciones de Petro: «Nos corresponde hacer el cambio, quizá en cuatro años no podamos hacer lo que se podría hacer en décadas», mencionó el presidente. Surge entonces la interrogante, si ya el presidente habla de más tiempo, ¿a cuántos años aspira a quedarse en el poder? Si la Constitución Política del 91, contempla claramente que son cuatro años de periodo presidencial.
Y a pesar de las ideas de corte socialista, inscritas en la carta magna, y que siempre pregona el presidente para justificar su orientación política; para afincarse en el poder sin embargo, la Constitución no sería una buena referencia a la cual acudir para justificarse. A no ser que busque romper con el orden constitucional y aspire a modificar la norma de normas.
¿Acaso Petro está ambientando una reforma constitucional, para quedarse más tiempo en el poder? Francia Márquez incluso habló de 12 años, Roy Barreras habla de 6 años. Un cambio profundo en la legislación sobre los periodos de gobierno, parece entonces avecinarse.
Sin duda alguna, es una propuesta que se está cocinando desde las huestes petristas. Es más que evidente, que los cuatro años del periodo actual, no le gustan al petrismo para nada. Y se pretenderá extender el tiempo en el poder a como dé lugar, modificando el código electoral.
El país ha sido una democracia ejemplar en el continente, por su continuidad y su alternancia. Pero al parecer, con este gobierno, los colombianos afrontarán a un régimen de malos modales. Tal como los de Venezuela, Nicaragua, Cuba, etc.
Más que evidente, es que el nuevo gobierno busca arrasar con todo lo anterior, incluidas las cosas que han funcionado con cierta suficiencia en el Estado, lo cual pone a la democracia en grave riesgo.
En sólo 20 días de gobierno, el país ha presenciado cero anuncios de fomento al desarrollo y al emprendimiento, cero operativos de la fuerza pública. Adicionalmente, se observa el aumento de conflictos y tensiones en diferentes regiones, las mismas masacres de siempre y violencias masivas que se mantienen y respecto a las cuales, incluso, hay indicios de incremento.
Se ha visto además, una desinstitucionalización masiva de todas las entidades públicas, renovando el personal más calificado, e incorporando gente sin experiencia.
Con este ambiente de drástica renovación administrativa, no es descabellado entonces, pensar que el gobierno cada vez se parece más a los autoritarismos socialistas de la región, los cuales desde sus inicios, presentaron los mismos rasgos arquetípicos.
Todo lo anterior, genera una gran preocupación, ya que en todas las naciones que comparten la misma corriente ideológica del actual gobierno, las cosas cambiaron pero para empeorar y se pasó de una democracia imperfecta, a un autoritarismo perfecto. Falta ver, ante estos vientos antidemocráticos que soplan sobre el país, ¿qué tan fuertes serán las instituciones colombianas, para mantener los cuatro años de gobierno constitucionales?
