La banda de rock francesa Indochine actuó en una sala de conciertos en el centro de París el sábado ante una multitud de 5,000 fanáticos en un regreso bienvenido a la vida antes de la pandemia, con la excepción de las máscaras y las pruebas obligatorias.
El espectáculo en el Bercy Arena fue parte de un experimento lanzado por la autoridad hospitalaria de París con el objetivo de evaluar cómo se podrán reanudar los conciertos a medida que Francia ponga fin gradualmente a las restricciones impuestas por la crisis del coronavirus.
Los cafés y restaurantes reanudaron sus servicios a los clientes a principios de este mes luego de un cierre de seis meses ordenado por el gobierno para tratar de contener la propagación de la infección. Pero los protocolos que rodean las salas de conciertos y otras reuniones de multitudes aún no se han decidido.
“En primer lugar, me encanta Indochine … Siempre es agradable asistir a un concierto y, además, podemos ayudar a la ciencia en estas pruebas, así que todos ganan”, Sandra Terrin, una fanática de la música de 22 años, dijo a Reuters.
“Estamos un poco menos deprimidos por esto. El hecho de que podamos volver a ver gente, un concierto, música, todo eso, es realmente agradable”.
Se seleccionaron dos grupos de personas para el evento experimental.
El primero comprendió a 5,000 sujetos a los que se les permitió asistir al concierto después de tomar una prueba de COVID-19 la semana pasada y luego otra el día del evento.
Otras 2.500 personas fueron seleccionadas para quedarse en casa y actuar como grupo de control para ver si el coronavirus se propaga entre los asistentes al concierto.
Los miembros de ambos grupos serán evaluados nuevamente la próxima semana. Los resultados del experimento se darán a conocer a finales de junio.
“Hemos visto a nuestros vecinos europeos hacer el mismo tipo de experimentos y mostraron resultados bastante buenos”, dijo Lucas Bauneche, también de 22 años. “No hay razón para que esto vaya mal aquí”.
