Durante una audiencia realizada en el Vaticano, el papa León XIV reiteró la importancia de fortalecer la cooperación entre la Santa Sede y los Estados, al señalar que este trabajo conjunto es esencial para consolidar el compromiso multilateral en un contexto internacional marcado por desafíos humanitarios y políticos. El encuentro tuvo lugar con motivo de la presentación de cartas credenciales de los nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede.
En su intervención, el pontífice afirmó que el Vaticano “no será un espectador silencioso ante las graves desigualdades, injusticias y violaciones de los derechos humanos” que se registran en diversas regiones. Subrayó que la Iglesia Católica mantendrá su presencia activa en los espacios de diálogo internacional, con el propósito de acompañar los esfuerzos destinados a la protección de poblaciones vulnerables, la promoción de la paz y el fortalecimiento de los canales diplomáticos.
La audiencia estuvo centrada en el papel que la Iglesia pretende desempeñar en un escenario global caracterizado por tensiones sociales, conflictos armados y brechas humanitarias que afectan a comunidades en distintos continentes. El papa destacó que estos fenómenos requieren respuestas coordinadas desde organismos multilaterales y desde las relaciones bilaterales que cada país mantiene con la Santa Sede.
Los embajadores que participaron en la ceremonia representan a Uzbekistán, Moldavia, Bahréin, Sri Lanka, Pakistán, Liberia, Tailandia, Lesoto, Sudáfrica, Fiyi, Micronesia, Letonia y Finlandia. A todos ellos, el pontífice les reiteró que la diplomacia vaticana continuará enfocada en la defensa de quienes enfrentan situaciones de vulnerabilidad derivadas de crisis políticas, económicas o sociales. Señaló que la Santa Sede seguirá impulsando iniciativas orientadas a la protección de los derechos fundamentales y al respeto del derecho internacional.
Durante el encuentro, León XIV insistió en que la cooperación entre la Santa Sede y los países presentes es un elemento clave para fortalecer los compromisos multilaterales establecidos en distintos foros internacionales. En ese sentido, destacó la necesidad de revitalizar los organismos creados para la resolución de disputas entre naciones, al considerar que en la actualidad los mecanismos de diálogo y negociación atraviesan un proceso de desgaste.
El pontífice señaló que la comunidad internacional enfrenta un aumento de las tensiones geopolíticas, lo que hace imprescindible reforzar las estructuras institucionales destinadas a prevenir conflictos y a promover soluciones pacíficas. Añadió que estos organismos deben contar con el respaldo de todos los Estados, con el fin de garantizar su funcionamiento y preservar su capacidad de intervención en momentos de crisis.
Asimismo, el papa hizo un llamado a los diplomáticos para que continúen desarrollando acciones orientadas a construir consensos y a facilitar el entendimiento entre gobiernos. Indicó que la labor diplomática es un componente esencial en la búsqueda de estabilidad y en la atención de las necesidades de poblaciones afectadas por emergencias humanitarias.
El encuentro concluyó con un mensaje de agradecimiento a los embajadores por su disposición a fortalecer las relaciones con la Santa Sede y a participar en los esfuerzos internacionales dirigidos a promover la cooperación y el diálogo.
