Lo que nace dentro de uno lo llamamos VOCACIÓN; a veces desde muy pequeño, uno siente que su vida tiene un propósito especial, lo que lo lleva a desarrollar su propio aprendizaje, su atención, sus esfuerzos, su disciplina, con el sentido de acercarse a aquello que siente como un llamado interno.
Lo hemos identificado en diferentes profesiones, desde religiosas o espirituales, siguiendo por el servicio. Desde la defensa y protección hasta el acompañamiento constante de los demás.
Desde la familia hasta el campo productivo, desde el estudio y la profesión hasta ofrecer sus propios talentos artísticos, para alegría de la vida en comunidad. Desde cuidar la salud hasta la seguridad de todos.
Así, puede hacer parte de su grupo especial, el que comparte propósito para desplegar su potencial y servir con dignidad, con honor, con sus talentos y capacidades para ayudar. Algunos prestan juramento, que se hace voluntariamente y lo compromete con reglas y leyes establecidas para garantizar la CALIDAD del trabajo de servicio.
Y cada uno es pieza fundamental en sostener la dignidad de su grupo y el servicio honesto. Podríamos hablar de «MISIÓN DE VIDA». Impezaperdón para la consciencia de todos.









