Es TORPE defender las “inversiones forzosas” con las que quieren echarle mano a los ahorros de los colombianos.
Es con argumentos y no con insultos, mucho más cuando en el cosmos en el que viven alucinando se les olvida que militaron en grupos criminales, han hecho apología de Chávez y Fidel Castro, no condenan el genocidio en Ucrania, respaldan a Hamás y son cómplices de las atrocidades de Maduro.
Solo por dar un ejemplo técnico respecto al agro: el Banco Agrario capta 12.8 billones en depósitos (antes captaba mucho menos; nosotros le aumentamos esa capacidad), más 9.4 billones de depósitos judiciales, o sea, 22.2 billones, y la cartera de Finagro es de 11.1 billones.
Lo anterior quiere decir que las inversiones forzosas no se necesitan. Por eso, el banco tiene un portafolio gigante de TES de 14.3 billones. Eso quiere decir que las inversiones forzosas son un impuesto expropiatorio más a la banca (y, por ende, a los ahorradores) que se recauda vía las utilidades del portafolio del Banco Agrario.
Si se aplica esa expropiación del ahorro, pierde el país. Los demagogos, populistas y cómplices de dictadores siempre proceden con odio, rabia y sectarismo.