La provincia canadiense de Ontario amplió y extendió una orden de permanencia en el hogar el viernes y dijo que la policía recibirá nuevos poderes para detener e interrogar a las personas que abandonan el hogar, ya que los asesores expertos advirtieron que los nuevos casos de COVID-19 continuarán aumentando, abrumando a los hospitales.
Ontario también anunció restricciones a los viajes no esenciales desde las provincias vecinas a partir del lunes y dijo que las construcciones no esenciales, incluidos los proyectos de construcción en centros comerciales, hoteles y torres de oficinas, se cerrarán a partir del sábado para hacer frente a una tercera ola furiosa.
“La realidad es que quedan pocas opciones”, dijo el primer ministro Doug Ford. “La difícil verdad es que cada medida de salud pública que nos queda tiene un costo enorme para la gente”.
Las nuevas proyecciones publicadas por un grupo asesor provincial el viernes mostraron que los nuevos casos aumentaron por encima de los 10,000 por día en junio si las medidas de salud pública “moderadas” permanecen en su lugar durante seis semanas y los niveles de vacunación permanecen aproximadamente planos. Ontario, hogar del 38% de la población de Canadá, anunció un récord de 4.812 casos el viernes.
Adalsteinn Brown, copresidente del panel asesor, dijo que el escenario moderado era equivalente a una orden de permanecer en casa anunciada la semana pasada. El número de pacientes que necesitan cuidados intensivos podría llegar a 2.000 en mayo, frente a los 695 del viernes, mostró el pronóstico.
El pronóstico terrible se produjo cuando Moderna (MRNA.O) dijo que reduciría su próxima entrega a Canadá en casi la mitad a 650,000 dosis, y Canadá anunció un acuerdo para comprar 8 millones más de dosis de vacuna Pfizer. Lee mas
En las últimas semanas, Ontario cerró escuelas, restaurantes, limitó las compras en las tiendas y canceló cirugías electivas debido a que una oleada de admisiones amenazaba con abrumar a los hospitales.
