Por: Johel Moreno
Así se desnudan y actúan los populistas; cautivan electores, ingenuos o ignorantes con actos grotescos y premeditados, como el bochornoso espectáculo, durante la campaña por la alcaldía de la ciudad con la entrega de un queso gigante al gerente de Epm en el recinto del Concejo de Medellín quien osó calificar a funcionarios y a Epm como la empresa más corrupta de Antioquia para que el circo y las barras que le acompañaban en esa oportunidad se deshicieran en aplausos, las mismas que luego inflaron con sus votos los resultados en las urnas el 27 de octubre del 2019. Así se ganó la alcaldía, con mentiras y otros actos similares, encendiendo el odio y la lucha de clases contra el llamado sindicato antioqueño.
Así se montó en la cresta de la mala hora por la que pasaba el proyecto Hidroituango y le sacó partido y provecho a esa difícil situación y que ahora como alcalde pretende enterrar con la absurda decisión de demandar a los constructores, interventoría y compañías aseguradoras. Que mentalidad tan perversa la de este señor que está acabando con un patrimonio de Antioquia, construido a pulso durante décadas y cuya recuperación nos costará sangre, sudor y lágrimas.
En conclusión, para ser un mal alcalde de Medellín se requiere ser muy, pero muy malo para que se note, pero este si, ha sido de lo peor que ha pasado, es decir “ la tapa del congolo “.
