Muchas personas piensan que Gustavo Prendo se va a atornillar en el poder hasta su muerte como Chávez y Castro. Pues están un tanto equivocados, una dictadura asume el poder y se consolida si y solo si tiene el apoyo incondicional de las Fuerzas Armadas (Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía) de esa nación.
Las actuales dictaduras latinoamericanas están ahí, porque como la de Nicaragua y Cuba, después de vencer las fuerzas leales al mandatario de turno, llegaron al poder prácticamente como ejército y en el caso de Venezuela, la estrategia de Chávez como exmilitar fue inflar la cúpula militar a 2000 generales en su mayoría corruptos y afectos a su gobierno para tenerlos de su lado.
Las Fuerzas Armadas colombianas apoyan la democracia, no al gobernante, y aunque el presidente es su máximo comandante, nuestros héroes jamás se prestarán para tiranizar al pueblo colombiano siguiendo las ordenes delirantes de quien tiempo atrás fue su fiero enemigo: una cosa es la lealtad y otra muy distinta es arrodillarse sumisamente, de eso podemos estar seguros.
Si bien en el país la izquierda se tomó el poder, confiamos ciegamente en ellos para que esa hecatombe solo dure cuatro años. Por otro lado, a ellos, nuestros verdaderos héroes, nuestra primera línea, con vergüenza ajena, les pedimos disculpas por los más de 11 millones de compatriotas ilusos y desinformados que votaron por Prendo y les impusieron como jefe a quien lleva décadas primero masacrándolos en el monte y hasta hace unos días atacándolos desde el Congreso y, lo más seguro, como presidente seguirá haciéndolo.
Carlos Mosquera
