Los mormones y algunos grupos cristianos y judíos han logrado sobrevivir y prosperar en medios muy hostiles, gracias al sentido de comunidad o «familia extendida» que poseen; se apoyan en los momentos difíciles y solo se contratan y se emplean entre ellos.
Eso deberíamos replicar los que de verdad estamos contra el comunismo: no contratar empleados petristas; no comprarles a empresas petristas; no ir a conciertos o espectáculos de artistas petristas; no comprar libros ni obras de arte de artistas petristas; no patrocinar eventos culturales o deportivos de organizadores petristas; no apoyar deportistas petristas.
Hagamos circular el dinero y las oportunidades entre los «amigos que están de este lado».
Esta «fórmula de subsistencia» no tenemos que salir a promocionarla en las redes: para eso está el voz a voz, las conversaciones de café o las reuniones familiares.
BPF