Rusia envió el viernes su señal más fuerte hasta el momento de que está dispuesta a comprometerse con las propuestas de seguridad de Estados Unidos y reiteró que no quiere una guerra por Ucrania.
“Si depende de Rusia, entonces no habrá guerra. No queremos guerras. Pero tampoco permitiremos que nuestros intereses sean pisoteados groseramente, que sean ignorados”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, a las estaciones de radio rusas en un entrevista.
Rusia ha concentrado decenas de miles de tropas cerca de la frontera con Ucrania mientras presiona para que se rediseñen los arreglos de seguridad posteriores a la Guerra Fría en Europa.
Estados Unidos y sus aliados advirtieron al presidente Vladimir Putin que Rusia enfrentará sanciones económicas rápidas y duras si ataca a Ucrania.
Lavrov dijo que Occidente estaba ignorando los intereses de Rusia, pero que había al menos “algo” en las respuestas escritas enviadas por Estados Unidos y la OTAN el miércoles a las propuestas de Rusia.
Si bien las respuestas no se han hecho públicas, ambos han declarado que están dispuestos a comprometerse con Moscú en el control de armas y las medidas de fomento de la confianza. Han descartado acceder a otras demandas, incluida la de que nunca se debe permitir que Ucrania se una a la OTAN.
Lavrov dijo que esperaba reunirse nuevamente con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en las próximas dos semanas.
Dijo, sin dar detalles, que las contrapropuestas de Estados Unidos eran mejores que las de la OTAN. Rusia los estaba estudiando y Putin decidiría cómo responder.
Los comentarios fueron de los más conciliadores que ha hecho Moscú sobre la crisis de Ucrania, que se ha convertido en uno de los enfrentamientos más tensos entre Oriente y Occidente desde que terminó la Guerra Fría hace tres décadas.
El líder bielorruso Alexander Lukashenko, un aliado cercano de Rusia, dijo el viernes que su país no tiene absolutamente ningún interés en una guerra y que el conflicto estallaría solo si Bielorrusia o Rusia fueran atacadas directamente.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tenía previsto hablar por teléfono con Putin el viernes.
“Depende de Vladimir Putin decir si quiere consultas o confrontación”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, a la radio RTL, preguntando si el líder ruso quería ser una “potencia desestabilizadora” o buscaría la reducción de la tensión.
El Kremlin dijo que no descartaba que Putin proporcionara algunas evaluaciones rusas de la respuesta occidental a sus propuestas durante la conversación.
