En un acto solemne y cargado de dolor, el ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez Gómez, junto con altos mandos militares, ofrecieron disculpas públicas por más de 30 ejecuciones extrajudiciales cometidas en Antioquia.
Este acto, que tuvo lugar el miércoles 14 de agosto en el Museo Casa de la Memoria en Medellín, se llevó a cabo como una respuesta a un fallo judicial que responsabiliza al Estado por la participación de sus agentes en estas graves violaciones a los derechos humanos.
El evento comenzó a las 8:00 a.m., y estuvo marcado por la presencia de familiares de las víctimas, quienes tomaron la palabra para honrar la memoria de sus seres queridos, asesinados en el contexto del conflicto armado colombiano.
En sus intervenciones, los familiares no solo recordaron a las víctimas, sino que también expresaron su dolor y la necesidad de justicia, reconociendo la importancia de este acto de perdón, aunque subrayaron que aún queda un largo camino por recorrer en la búsqueda de verdad y reparación.
Durante la ceremonia, el Estado, representado por el Ministro de Defensa y el general Luis Emilio Cardozo, comandante del Ejército Nacional, reconoció su responsabilidad en los hechos que llevaron a la muerte de 35 personas en Antioquia, quienes fueron presentadas falsamente como bajas en combate y erróneamente señaladas como miembros de grupos al margen de la ley.
Este reconocimiento es un paso hacia la reconciliación y un intento de reparar el daño causado a las familias y a la sociedad en su conjunto.
El acto fue transmitido en vivo a través de las redes sociales del Ministerio de Defensa, permitiendo que el país fuera testigo de este importante momento de contrición y reconocimiento de responsabilidades.
Sin embargo, aunque este acto no fue resultado de una decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), fue esta entidad la que, a través de sus investigaciones, sacó a la luz la magnitud de los llamados “falsos positivos”, una de las páginas más oscuras del conflicto armado en Colombia.
Según los datos revelados por la JEP, aproximadamente el 20% de los casos de ejecuciones extrajudiciales ocurridos entre 2004 y 2007 tuvieron lugar en Antioquia, lo que convierte a este departamento en una de las regiones más afectadas por esta práctica.
En 2004, el 39% de los falsos positivos registrados a nivel nacional se concentraron en Antioquia, lo que significa que casi dos de cada cinco casos en Colombia durante ese año ocurrieron en este departamento.
A nivel nacional, la macro región de Antioquia y el Eje Cafetero fue la más golpeada por este fenómeno, con un total de 1.802 víctimas, representando el 28,2% de los casos en todo el país. Los departamentos de Antioquia, Meta, Caquetá, Cesar, Norte de Santander, Tolima, Huila, Casanare, La Guajira y Cauca fueron los más afectados, dejando una herida profunda en estas comunidades.
Este acto de perdón, aunque significativo, no borra el sufrimiento de las víctimas ni de sus familias, pero es un paso necesario hacia la verdad, la justicia y la reparación en un país que aún lucha por cerrar las cicatrices del conflicto armado.
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