En medio de la celebración que del “Día Internacional de la Mujer”, en el país se desarrollaron marchas de grupos feministas radicales, con el objetivo de celebrar los derechos obtenidos y protestar por lo que consideran que deben ser derechos para las mujeres.
En este marco de marchas, en Medellín, uno de los grupos marchantes cantaban arengas con consignas de “hay que abortar”, celebrando la sentencia de la Corte Constitucional, como si ese hecho fuera un motivo de celebración.
Las marchas, inicialmente se desarrollaron con tranquilidad hasta que comenzaron a desarrollarse los desmanes, las marchantes hicieron daños en el metro plus de la avenida oriental, pintaron buses y generaron destrozos en las estaciones del medio de transporte.
Uno de los detonantes fue una reunión que adelantaron unas alumnas al interior de un colegio oficial donde pedían a las directivas tomar medidas para evitar e investigar denuncias de acoso por parte de uno de los docenes.
Esta situación se conoció entre las manifestantes, por lo que el ESMAD se presentó en las afueras de la institución educativa con el objetivo de proteger la integridad de las menos que estaban al interior del colegio.
Sin embargo, algunas manifestantes aprovecharon la presencia de la fuerza pública para convertir la marcha en una verdadera batalla campal donde hubo gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
El comportamiento registrado por algunas mujeres solo se parece a las actuaciones de la “Primera Línea” durante las manifestaciones de abril de 2021, dejando atrás el verdadero sentido del “Día internacional de la Mujer”.
Algunas mujeres consultadas por estos hechos manifestaron que “las mujeres que realizan estos hechos no representan a todo el género femenino, son unas vagas que lo que quieren es comportarse como los hombres y no tienen ningún respeto por la mayoría de las mujeres”.
Daniel Quintero como alcalde de la ciudad es el responsable de mantener el orden público en la ciudad y es quien da las ordenes para autorizar las actuaciones del ESMAD, por lo que la ciudadanía se pregunta, si el alcalde ha perdido el control, que permite que estas marchas terminen en desmanes y daños que le cuestan a la ciudad.
Los daños realizados en la ciudad se pagarán a través del presupuesto de la ciudad, sacrificando otros programas.
