Más de 10,000 migrantes, en su mayoría haitianos, vivaquearon en un sórdido campamento debajo de un puente en el sur de Texas el viernes, incluso mientras cientos más se dirigían hacia la frontera en un creciente desafío humanitario y político para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
A los haitianos se unieron cubanos, venezolanos y nicaragüenses bajo el Puente Internacional Del Rio a través del Río Grande que conecta Ciudad Acuña en México con Del Rio, Texas. Dormían bajo mantas ligeras, mientras algunos montaban pequeñas carpas.
Funcionarios de ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México dijeron que la mayoría de los migrantes eran haitianos y se espera que lleguen más. La mayoría de las personas con las que habló Reuters no procedían directamente de Haití, sino que habían realizado viajes largos y desgarradores a través de México y América Central y del Sur.
Varios dijeron a Reuters que siguieron rutas compartidas entre ellos en WhatsApp.
En Ciudad Acuña, dos trabajadores de la principal terminal de autobuses dijeron que al menos dos docenas de autobuses llenos de haitianos habían llegado el viernes, y uno estima que las llegadas individuales son alrededor de 1.100. Un funcionario mexicano dijo que la cantidad de migrantes era de alrededor de 12.000 el viernes por la tarde.
Reuters vio a decenas de inmigrantes, en su mayoría haitianos, llegar a la terminal con jarras de agua, mochilas bien empaquetadas y carpetas con documentos de viaje. Muchos dijeron que pronto planearon cruzar el río Bravo poco profundo.
Ali Sajous, de 29 años, un migrante haitiano, dijo que los funcionarios estadounidenses estaban entregando números para el procesamiento de inmigración y que ella, su esposo y su hija de dos años que llegaron el lunes eran el número 910 en la fila de familias. Las autoridades estaban procesando el número 685 en ese momento, dijo.
Las autoridades estadounidenses planean poner a los haitianos en Del Rio en vuelos de regreso a Haití bajo una ley de salud pública conocida como Título 42, informó el Wall Street Journal, citando a Lewis G. Owens, un juez en el condado de Val Verde, y una administración anónima de Biden. oficial.
Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, tiene una historia turbulenta. En julio, el presidente fue asesinado y en agosto un gran terremoto y una poderosa tormenta azotaron el país.
Muchos de los haitianos entrevistados por Reuters dijeron que solían vivir en América del Sur, a menudo en Brasil o Chile, y ahora se dirigían al norte porque no podían obtener un estatus legal o luchaban por conseguir trabajos decentes. Algunos haitianos también dijeron que se sintieron alentados por los videos en las redes sociales sobre cómo solicitar asilo en los Estados Unidos.
Un funcionario mexicano, que habló bajo condición de anonimato, dijo que unos 500 inmigrantes, en su mayoría haitianos, tomaron autobuses el viernes con destino a la ciudad fronteriza de Reynosa, al este de Del Río y frente a McAllen, Texas. Cientos de haitianos ya se encontraban en un puente fronterizo allí.
Más tarde, el viernes, el medio de comunicación mexicano Aristegiu Noticias dijo que los funcionarios de migración habían sacado a unos 400 migrantes de los autobuses en la ciudad de San Fernando. Los migrantes, que incluían mujeres embarazadas, niños y ancianos, planeaban caminar unos 150 kilómetros (93 millas) hasta Reynosa, según el informe.
El Instituto Nacional de Migración de México (INM) no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
CIENTOS VAINARON POR RIO GRANDE
En el área de Del Río, Reuters fue testigo de cómo cientos de migrantes atravesaban el Río Grande hasta las rodillas de regreso a México para abastecerse de artículos esenciales que dicen no recibir del lado estadounidense.
Dos migrantes haitianos dijeron que funcionarios estadounidenses proporcionaron una comida caliente el jueves por la noche. Paul Marie-Samise, de 32 años, dijo que lo extrañaba.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos dijo el jueves que estaba aumentando la dotación de personal en Del Río y proporcionando agua potable, toallas y baños portátiles. El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. Anunció el viernes que debido a la afluencia, estaba cerrando temporal e inmediatamente su puerto de entrada en Del Rio y desviando el tráfico fronterizo a Eagle Pass, 57 millas al este.
Biden, un demócrata que asumió el cargo en enero, ha prometido un enfoque más humano de la inmigración que el del expresidente Donald Trump. La situación en Del Río está dando munición a los críticos que dicen que las políticas de Biden han alentado a los migrantes.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano cuya administración arrestó a migrantes por entrar sin autorización y planea construir su propio muro fronterizo después de que Biden detuvo el proyecto emblemático de Trump, firmó una ley el viernes que proporciona $ 1.8 mil millones adicionales en fondos estatales para la seguridad fronteriza durante los próximos dos años. .
Una portavoz de Abbott, Renae Eze, dijo en un correo electrónico a Reuters que, combinado con más de $ 1 mil millones asignados anteriormente, trajo fondos para la seguridad fronteriza en el estado a los $ 3 mil millones que Abbot había prometido en una publicación de Twitter el jueves.
“Estamos tratando de arreglar el fracaso de Biden”, tuiteó Abbott.
Las autoridades estadounidenses arrestaron a más de 195.000 migrantes en la frontera suroeste en agosto, según datos del gobierno publicados el miércoles, una ligera caída con respecto al mes anterior, pero todavía alrededor de los máximos de 20 años.
Si bien Biden revirtió muchas de las acciones de inmigración de Trump al principio de su presidencia, dejó en marcha una política de expulsión generalizada de la era de la pandemia en virtud de la cual la mayoría de los migrantes atrapados cruzando la frontera entre Estados Unidos y México son rápidamente devueltos.
La política emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Ha sido criticada por grupos pro-inmigrantes y algunos demócratas por cortar el acceso legal al asilo. El jueves, un juez federal de EE. UU. Dictaminó que la política ya no se podía aplicar a las familias.
La administración de Biden apeló el viernes la orden del juez, que estaba programada para entrar en vigor en dos semanas.
Si bien más del 90% de todos los adultos solteros capturados en la frontera de México y América Central fueron expulsados rápidamente bajo la política, menos del 40% de los adultos solteros de otros países fueron expulsados, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. De este año fiscal. , que comenzó el pasado mes de octubre.
Muchos de los que no son expulsados esperan ser liberados en Estados Unidos para poder solicitar asilo, un proceso largo debido a un sistema judicial de inmigración atrasado.
