viernes, abril 19, 2024
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Los influencers no ponen votos

Por Roberto Rave Ríos

Hace ya tres semanas que inauguramos en Colombia el primer gremio para creadores de contenido en Latinoamérica: LAICK. La discusión a puerta cerrada con los fundadores del gremio y Randy Zuckberger, creadora del Facebook live y el Instagram live, fue sobre el futuro de las plataformas.

¿Hacia dónde van las grandes compañías de las redes sociales? ¿Cómo se adaptan los creadores de contenido a estas transformaciones? ¿Qué papel juegan para las plataformas circunstancias humanas como la salud mental? Muchas fueron las conclusiones de este evento inaugural al cual asistieron también empresarios relevantes del sector tradicional, una de ellas fue la trascendencia de la Web 3.0 y con ella la relevancia de no depender de plataformas ajenas sino de sus propias comunidades.

El gremio se crea con tres objetivos principales. El primero es la formalización legal pero también ante la opinión pública, de los creadores de contenido o influenciadores. Ser influenciador no es una simple tendencia, es un proyecto de vida que toma muchos años desarrollar y que además genera empleo y riqueza en el mundo. La estigmatización errónea que recae sobre la imagen de los influencers es otra prueba de la desconexión fatal que padece nuestra sociedad. Solo hace falta ver la historia de algunos creadores de contenido para reconocer su trascendencia y su ejemplo de movilización social.

Para mal de algunos y bien de la humanidad, los influencers son hoy más vistos que cualquier canal de televisión, ellos son los revolucionarios de nuestros tiempos, los grandes maestros, pues le mostraron a la humanidad que de nada valen los monopolios de las cadenas televisivas y de la información, que de nada vale el discurso de resentimiento social, que de nada vale el statu quo de las sociedades, que de nada vale el discurso de clases y odios, cuando se trata de ellos: jóvenes de todos los rincones y en ocasiones con todas la carencias económicas, que con un celular en la mano y una profunda convicción de salir adelante, han logrado cambiar sus vidas y cambiar el mundo.

En conclusión, los influencers le han puesto fin a muchos de los poderes tradicionales, para democratizar la idea de la riqueza, pero también de la influencia y de los modelos a seguir, mostrando que la pobreza es transitoria si nos miramos a nosotros mismos como nuestros propios redentores. Y es que los números no mienten y solo para el caso colombiano, podríamos decir que la suma de la llamada economía creativa representa el 3 % del PIB y más de 520.000 empleos.

El segundo objetivo de la agremiación es armonizar las políticas públicas de acuerdo con la realidad de estas nuevas empresas. Hace poco un congresista de la República de Colombia me comentó: «Roberto no entiendo cómo monetizan los influenciadores». A lo que respondí: «No entiendo por qué radicaste un proyecto de Ley para regular a los influencers, si ni siquiera sabes cómo monetizan».

Primero se deben realizar estudios serios sobre el fenómeno económico y social de los creadores de contenido para más adelante lograr una construcción armónica de políticas públicas. Un gran ejemplo de esto es el manual creado por el Superintendente Andrés Barreto, que es un inicio importante y asertivo en el ejercicio de incentivar buenas prácticas y no imponer regulaciones pesadas y estorbosas que frenen el desarrollo de una industria que está aportando a la diversificación económica de la región.

La última premisa por la cual se creó la agremiación y que inició con la asistencia a la inauguración de Randy Zuckerberg, es la de construir una relación de mayor colaboración con las plataformas, conociendo mejor sus políticas empresariales, sus restricciones y también su futuro. ¿Cuántos creadores de contenido han leído el manual de buenas prácticas del Metaverso? ¿Cuántos han visto la guía para influencers de la Superintendencia de Industria y Comercio? O ¿las recomendaciones de «Federal Trade Commission» de los Estados Unidos?

Por último y a la pregunta constante sobre las posiciones políticas de los diferentes creadores de contenido, es importante mencionar que las cuentas o perfiles de las redes son sus empresas, su construcción de varios años y es por esto por lo que sus posturas son siempre cuidadosas de esa trayectoria y esfuerzo que han entregado para ser hoy referentes.

De otro lado, deberíamos preguntarnos si es posible construir empresas digitales en países en donde se ha atacado la libertad económica, las empresas, y la libertad de expresión. Existe una correlación entre el indicador de libertad económica del Heritage Fundation, el aumento de la calidad de vida y la generación de empresas.

Post SCRIPTUM: ¿Es posible que una persona sea presidente de Colombia a punta de Tik Tok? Sí es posible y en sus manos podría estar el CAMBIO que necesita el país: más empresas de todos los tamaños, menos mentiras y menos políticos de todas las circunstancias.

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