Los chilenos votarán el domingo en lo que se considera la elección presidencial más divisiva del país desde el regreso a la democracia en el país en 1990, mientras un excongresista ultraderechista se enfrenta a un izquierdista que ha dado su apoyo a protestas callejeras masivas.
En la derecha, José Antonio Kast, un católico de 55 años y padre de nueve, ha prometido tomar medidas enérgicas contra el crimen y ha elogiado el “legado económico” neoliberal del ex dictador Augusto Pinochet.
Su discurso franco, su conservadurismo generalizado y sus ideas políticas a veces idiosincrásicas, como construir una zanja para frenar la inmigración ilegal, han generado comparaciones frecuentes con el expresidente estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro.
En la izquierda, el legislador Gabriel Boric, de 35 años, quien encabezó las protestas estudiantiles en 2011 para exigir mejoras al sistema educativo de Chile, se ha comprometido a eliminar el modelo económico de laissez-faire de la nación, al tiempo que fortalece las protecciones ambientales y los derechos indígenas. En términos generales, representa una ruptura significativa entre la política conservadora y la centrista que ha dominado la política chilena durante décadas.
“Voto por Boric porque es joven, porque es bueno dar espacio a las nuevas generaciones”, dijo Sandra Astorga, de 55 años, ama de casa del centro de Santiago.
La elección se produce después de dos años de protestas callejeras dramáticas, a veces violentas, de chilenos que exigen mejoras en la calidad de vida. Las manifestaciones ayudaron a impulsar la candidatura de Boric, quien durante gran parte de la carrera mantuvo una cómoda ventaja.
Pero la creciente fatiga entre los chilenos hartos de la violencia política, combinada con una percepción generalizada de que la delincuencia está en aumento, ha impulsado a Kast.
“Va a derrotar al narcotráfico, que está haciendo tanto daño a nuestro país”, dijo Gloria Reyes Flores, de 66 años, viuda en el exclusivo distrito de Las Condes en Santiago. “También va a controlar la inmigración porque hay muchos inmigrantes que vienen a hacerle daño a Chile”.
La mayoría de las encuestas muestran a Kast ganando la mayor cantidad de votos el domingo por unos pocos puntos porcentuales, mientras que una probable segunda vuelta en diciembre sería extremadamente competitiva.
Un comodín será el desempeño de los candidatos más moderados en la carrera. Sebastian Sichel, de centro derecha, y Yasna Provoste, de centro izquierda, están entre el 10% y el 15%, al menos 10 puntos porcentuales por detrás de Kast y Boric. Pero los encuestadores dicen que aún es posible una sorpresa dado que millones de votantes siguen indecisos.
Salvo sorpresa, Kast y Boric se esforzarán por recoger a los votantes de Sichel y Provoste en la posible segunda ronda, programada para el 19 de diciembre, lo que convierte a los contendientes más moderados en potenciales creadores de reyes.
Si alguno de los dos candidatos principales logra obtener 2 millones de votos, dijo Kenneth Bunker, director de la consultora política Tresquintos, podría ser un buen indicador de que han ampliado su base lo suficiente como para ganar en una eventual segunda vuelta.
Las urnas abren a las 8 a.m. (1100 GMT) y están programadas para cerrar a las 6 p.m. Se esperan resultados poco después.
También están en juego los 155 escaños de la cámara baja de Chile, 27 de los 50 escaños de la cámara alta del país y todos los cargos en los 16 consejos regionales del país.
