Una serie de tormentas se han registrado en el sudeste asiático, dejando un saldo de más de 1.000 muertos, cientos de desaparecidos y millones de personas afectadas.
De acuerdo a fuentes expertas citadas por medios internacionales, Indonesia, Sri Lanka, Tailandia y Malasia enfrentan la peor catástrofe natural de la región en décadas, mientras los gobiernos movilizan personal militar, equipos de rescate y ayuda humanitaria para tratar de atender a las víctimas.
En la isla de Sumatra de Indonesia, las lluvias torrenciales y los deslizamientos de tierra provocados por el ciclón Senyar ya han generado afectaciones en comunidades enteras.
Las autoridades, hasta hoy, confirmaron 604 muertos y alrededor de 460 personas desaparecidas, mientras que informaron que más de 290.000 han sido desplazadas y 1,4 millones se han visto afectadas por las inundaciones.
El presidente de Indonesia, Prabowo Subianto visitó áreas afectadas y prometió ayuda para reconstruir la infraestructura y las viviendas, destacando la necesidad de enfrentar los efectos del cambio climático.
Tailandia también ha sufrido graves consecuencias, en la provincia de Songkhla, las inundaciones afectaron a más de 1,5 millones de hogares y dejaron al menos 176 muertos.
Mientras que en Hat Yai, el agua alcanzó más de dos metros y medio, obligando a los residentes a refugiarse en los pisos superiores de sus viviendas, mientras hospitales y maternidades quedaron incomunicados.
Las autoridades establecieron cocinas públicas y distribuyen suministros esenciales, mientras el gobierno declara el estado de emergencia en las zonas más afectadas.
Por su parte, Sri Lanka, fue impactada por el ciclón Ditwah, que ha dejado tras su paso 355 muertos y 366 desaparecidos, así como más de 147.000 personas se han refugiado en albergues temporales, y más de 25.000 viviendas han sido destruidas.
Familias atrapadas durante días sin electricidad ni comunicaciones han recibido ayuda de voluntarios y organizaciones locales, que distribuyen alimentos y artículos de primera necesidad.
El presidente de Sri Lanka, Anura Kumara Dissanayake calificó la situación como el desastre natural más grande en la historia del país, superando incluso la devastación del tsunami de 2004.
Otra de las naciones que tuvo afectaciones fue Malasia, que padeció inundaciones provocadas por la tormenta Senyar que de acuerdo a cifras oficiales dejaron al menos dos muertos y obligaron a evacuar a unas 34.000 personas, principalmente en el estado de Perlis.
Los meteorólogos señalaron que estos fenómenos extremos podrían estar relacionados con la interacción de varios sistemas ciclónicos simultáneos, incluido el tifón Koto en Filipinas y el ciclón Senyar en el estrecho de Malaca.
Además, de la combinación de patrones climáticos inusuales y el calentamiento global, que indicaron en medios internacionales, también eleva la temperatura de los océanos y permite que la atmósfera retenga más humedad, lo cual incide en la amplificación de la fuerza e intensidad de las tormentas.
