Con la llegada de Gustavo Petro al poder se abre la posibilidad de que haya un fortalecimiento en las relaciones entre Colombia y China, relación que data desde el segundo gobierno de Juan Manuel Santos donde se logró fortalecer la presencia de empresas del gigante asiático para el desarrollo de obras de infraestructura que son claves para el país, sin embargo, con la llegada de Petro como presidente estas alianzas y la presencia China en Colombia se podría fortalecer.
Hay que recordar que China es una nación cuyo sistema político es comunista desde hace más de 70 años, con la llegada de Mao Zedong al poder, sin embargo desde la muerte del líder la nación asiática ha tenido una transformación económica y apertura al mundo, a pesar de que mantiene sus sistema político, y de esta manera la represión y el control del estado en muchos de los ámbitos de la vida es total, como sucede en medio de comunicación e incluso en internet.
Petro, al considerarse un gobierno de izquierda pero por la formación comunista del presidente electo, puede generar un nuevo relacionamiento con China con afinidades en sistema de gobierno por lo que la presencia de ciudadanos de este país y la entrega de obras de infraestructura puede aumentar durante el gobierno de Gustavo Petro.
Vale la pena tener en cuenta que en Colombia ya hay muchas obras de infraestructura que son claves para el desarrollo del país o de determinadas regiones, que se encuentran en manos de los chinos con alianzas con empresas colombianas, fruto de una importante alianza público privada.
Dentro de las obras que están en manos de los chinos se encuentra la Autopista al Mar 2, que busca conectar Medellín con el Urabá antioqueño, plan vía que fue concretado por Juan Manuel Santos en el momento en que en el 2015 se reunió con el presidente de China y se pactaron las alianzas que hoy en día tiene a empresas del gigante asiático trabajando en territorio nacional.
Reconocedores del potencial de la región del Urabá, varias empresas chinas pusieron sus ojos en esa zona del país y con gracias a alianzas con empresas colombianas han organizado un plan de inversión que pretende la construcción de un aeropuerto, dos puertos de aguas profundas y un ferrocarril para crear una nueva ciudad portuaria, industrial y turística de América.
Además de este importante corredor vial, los chinos tienen a su cargo el Metro de Bogotá al ganarse la licitación para la construcción del mismo, hecho que se dio durante la administración de Claudia López. Otra de las obras de la región que unirá algunos de los municipios cercanos a Bogotá es Regiotram de Occidente que buscará conectarse al Metro de Medellín y cuya contratación fue adjudicada en 2019, también a una empresa China.
Adicional a esto, ya la empresas del Gigante han puesto sus ojos en otros negocios de infraestructura en Colombia, como es la segunda etapa de Hidroituango para la construcción y puesta en marcha de las turbinas de la 5 a la 8, cuyas obras civiles quedan con un avance importante con el actual contratistas. Varios de los que compraron pliegos para presentar propuestas fueron empresas chinas que han desarrollado proyectos de esta naturaleza en otros lugares del mundo y son las más opcionadas a quedarse con el negocio.
También andan los chinos tras el negocio del Metro de la 80; y lograron fortalecer su presencia en la región con la llegada de la empresa Huaei a la capital antioqueña, y las innumerables alianzas que se han realizado durante la administración de Daniel Quintero con la fabricante de celulares para impulsar la idea del “Valle del Software” que ha tratado de construir en estos dos años y medio de gobierno local.
Con esto cada vez mas se fortalece la presencia de los chinos en Colombia que hasta el momento había sido netamente comercial, sin embargo con la cercanía política entre Petro y China el panorama puede aumentar los lazos entre las dos naciones.
