jueves, marzo 28, 2024
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Las peticiones de Petro en la OEA – Parte 2

Por: Carlos Andrés Echavarría Blandón

Continuando con el especial sobre la intervención del presidente de Colombia Gustavo Petro ante la Cesión Plenaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, OEA, el pasado 19 de abril; en esta segunda entrega de En Contexto se abordarán los temas referentes a la propuesta de revivir organismos multilaterales que fracasaron rotundamente en el pasado y como un compromiso adoptado por la naciones miembros de la organización el siglo pasado lo revivió políticamente y que gracias a ello es hoy presidente del país suramericano.

Gustavo Petro dijo en su discurso que la economía se debe descarbonizar y para ello es necesario cambiar radicalmente el modelo actual abandonando por completo la minería extractiva, lo que incluye claramente a los hidrocarburos, los metales, los minerales, etc. Cuando se expone una idea de semejante calibre, las consecuencias pueden ser nefastas para un país como Colombia, en donde más del 60% de sus exportaciones son precisamente provenientes de los productos que se extraen de las minas que se tienen por todo el territorio nacional.

En un mundo globalizado las relaciones entre los países provienen principalmente mediante el comercio internacional; los países son productores especializados y consumidores generales. Para poder comprar se tiene que vender, es así de sencillo. Los países más exitosos económicamente hablando a nivel internacional son los que más productos le pueden ofrecer a los demás, es por ello que es importante contar con una industria nacional sólida que pueda ofrecer bienes y servicios a precios y con calidades competitivas; allí está la parte del productor especializado. Pero, a la hora de comprar la sociedad requiere de una infinidad de productos para satisfacer sus necesidades; allí está la parte de consumidor general. En resumidas cuentas, las divisas que producen las ventas internacionales son para pagar las compras que se hacen por todo el mundo de los bienes y servicios que se necesitan dentro del país.

Con lo que quiere hacerle Gustavo Francisco a la industria de la minería, repito, que tiene un peso de más del 60% de todas las exportaciones del país, daría un durísimo golpe, no solo a las grandes empresas que perderán sus inversiones en Colombia, también le dará un durísimo golpe a todos los colombianos, ya que los productos que no se producen en el país y que deben ser importados se encarecerán y bastante, porque al no haber dólares suficientes para pagar las importaciones, inmediatamente comienza a aplicar la Ley de la Oferta y la Demanda, en donde los importadores comenzarán a pujar para recibir los dólares por parte de los exportadores, elevando su precio en relación a la moneda local. Si hoy 1 dólar cuesta aproximadamente 4.700 pesos, si se acaba la industria extractiva, ese valor subirá incontrolablemente produciendo entre los efectos adversos propios de un encarecimiento del dólar, un incremento en la inflación del país que hoy ya es preocupante con un 13% anual.

En un momento y como un mago el presidente saca un conejo del sombrero, Petro menciona que es necesario para la región revivir a la CEPAL. Lo que no debe saber el mandatario a pesar de ser economista de profesión, o si lo sabe se comporta como un sicópata que desea el mal para américa latina, es que esa entidad fue la encargada de destruir las economías de todos los países que siguieron sus indicaciones. Los directores de la CEPAL fueron reconocidos por emplear las teorías keynesianas en donde la principal función del gobierno está enfocada en potenciar el gasto y no en brindar las condiciones para que por medios económicos generen el ahorro necesario para un desarrollo de bienes de capital que enriquezca a la sociedad. Para John Maynard Kaynes, el sistema se podía acelerar con gasto público y hasta se llegó a acuñar una expresión: “si para dinamizar la economía es necesario pagarle a un trabajador para que haga un hueco y luego pagarle a otro para que lo tape, está bien porque se generan dos empleos” lo que claramente es una completa locura porque se desperdician recursos que son escasos.

Ese pensamiento de los Cepalinos, entre los cuales estaba el hoy ex ministro de Hacienda de Colombia José Antonio Ocampo, era muy bien acogido por todos los presidentes de la región. Se pueden imaginar que un economista de una entidad con reconocimiento internacional le diga a un mandatario que tiene que gastar recursos sin límites y que no va a tener ninguna consecuencia en el futuro porque ese gasto retornará mediante el pago de los nuevos impuestos que se producirán gracias al factor mágico llamado derrame. Fue como encontrar la gallina de los huevos de oro en donde podían comenzar obras faraónicas o simplemente podían potenciar la corrupción dentro de los países para crear empresas electorales que eternizara a los mandatarios en el poder de sus respectivos países. Así que todos sin excepción, se dedicaron a sobre endeudar a sus países a niveles nunca antes vistos. Obviamente, esa magia productora de desarrollo nunca llegó y llevaron a un subcontinente a un período conocido como: la década perdida, debido a que todas las economías del continente colapsaron y Latinoamérica se estancó e incluso se rezagó a nivel mundial.

Luego de esa muy mala idea de Gustavo Petro de revivir a la CEPAL, comenzó a hablar sobre la Carta Democrática de la OEA por medio de una experiencia personal que vivió cuando fue alcalde de Bogotá y fue retirado del cargo por un fallo dictado por el Procurador General de la época Alejandro Ordoñez. Sin decir nombres propios, Petro trató al Estado colombiano de Fascista por osar sacarlo del cargo y que fue gracias a la Carta Democrática que pudo retornar al Palacio de Liévano. En su exposición Petro mencionó que un artículo decía claramente que ningún funcionario elegido popularmente puede ser removido de su cargo sin sentencia judicial de por medio y que eso se tenía siempre que respetar.

Aunque a primera vista podría parecer muy justo que un proceso administrativo no pueda destituir a un mandatario que fue electo mediante votación del constituyente primario, lo que Petro quiere desconocer es que los países son autónomos para crear sus propias leyes que los van a regir. Es por ello que, dentro de la Constitución Colombiana de 1991 se generaron unas leyes que se podía aplicar a los funcionarios elegidos de manera popular y qué si incumplían alguna de sus obligaciones, la sanción sería la destitución del cargo aunque no se cometiera delito alguno. Petro fue alcalde en el año 2012, lo que significa que la Constitución no se cambió para perjudicarlo, así que tratar al Estado colombiano de Fascista está fuera de toda proporción y lo peor de todo fue que el gobierno de la época bajo la presidencia de Juan Manuel Santos, entregó la soberanía del país al permitir que un organismo internacional le ordenara una acción que estaba por encima de la misma Carta Magna de Colombia. Allí Santos traicionó su juramento de proteger la Constitución.

Para darle fuerza a su discurso sobre la Carta Democrática de la OEA, Petro habló de la dictadura chilena de Augusto Pinochet, quien para él destruyó y le quitó a los ciudadanos de su país, los derechos democráticos plasmados en esa misiva. Eso sí, no tuvo el valor o mejor dicho, se le olvidó mirar por el otro ojo, ya que se fue lanza en ristre en contra de una dictadura de derecha, pero, ninguna alusión a las dictaduras de izquierda como la de Cuba o la de Venezuela, esas que tienen a sus ciudadanos completamente famélicos, esas que tienen a sus ciudadanos emigrando por la desesperación, para Gustavo Francisco no merecen ser nombradas como violadoras de los Derechos Humanos y lo peor de todo, es que la dictadura cubana y venezolana están vigentes y activas, en cambio, la dictadura chilena que tanto critico se acabó hace más de 30 años.

Si el presidente se hubiera quedando diciendo arengas en contra de la dictadura de derecha, se puede decir que es su ideología comunista quien lo lleva a ser tan miope y parcializado. Lo peor fue lo que expuso a continuación cuando dijo que fue gracias a ese levantamiento del general Pinochet en contra de socialista Salvador Allende, que él perdió como miles de jóvenes, la fe en la democracia y por ello se vio forzado a ingresar a un grupo guerrillero y a la lucha armada.

Aquí Gustavo Francisco demuestra lo precoz y superdotado que era, debido a que el presidente nació en el año 1960 y la dictadura chilena comenzó en 1973. Se sabe que Petro ingresó a la guerrilla a la edad de 14 años, pero seamos serios, ¿ustedes creen que a esa edad el joven Gustavo tenía conocimiento de los acontecimientos ocurridos en Chile en una época donde las comunicaciones tardaban días?, ¿ustedes creen que en 1974 Petro ya tenía definida su ideología comunista y comprendía a la perfección el concepto de la lucha de clases y la revolución armada que tanto pregonó Karl Marx?, seamos serios, Petro divagó y se hizo ver como un joven idealista que tomó las armas para combatir una tiranía, precisamente en un país que vivía en democracia desde que el dictador Rojas Pinilla fue derrocado en el año 1957, así que el país vivía en medio de una democracia imperfecta en donde recientemente había concluido el período que se conoció como el Frente Nacional y se retornaba a una democracia plena, cuyo primer presidente de ese período fue afín a las tendencias de izquierda, Alfonso López Michelsen.

Cínicamente dijo Petro que gracias a Pinochet en muchos países latinoamericanos se crearon las guerrillas que destruyeron el continente por treinta años. Otra falacia de Petro debido a que pudo haber habido inconformidad por muchas personas en esos tiempos de incertidumbre, pero evidentemente hubo un común denominados en la creación, entrenamiento, ideologización y armamento de todas las guerrillas latinoamericanas, que fue Fidel Castro dictador de Cuba, quien era el mensajero de la URSS, los reales patrocinadores de la debacle del continente. Pero obvio, Petro nunca iba a hablar mal de sus mentores cubanos y por ello no se atrevió a mencionarlos en ese aparte de su intervención.

En la siguiente entrega se abordará el cierre de la intervención del presidente Gustavo Petro en la Cesión Plenaria de la OEA.

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