Chile vive su mayor sequía de la historia. El país presenta un alto nivel de estrés hídrico por la ausencia de lluvias y nieve en la cordillera, lo que ha sido declarado como una “emergencia” por el gobierno desde hace tres años.
Sin embargo, y a pesar de los cortes de luz que se generaron por fuertes ráfagas de vientos, y que dejaron a más de 100.000 clientes sin suministro eléctrico, los chilenos celebraron la intensa lluvia que se registró en los últimos días y llevó a que los pluviómetros marcaran superávit de aguas durante abril si se compara con los años “normales”.
El sistema frontal que recorrió el país tuvo extensa cobertura, desde la sureña región de Los Ríos hasta la Región Metropolitana, donde las autoridades ya han desarrollado un plan de racionamiento de agua en caso de que ésta llegue a niveles críticos de escasez.
Las precipitaciones, eso sí, ya no son como antaño. Ha cambiado la forma en que llueve en Santiago. Si en el pasado caían cerca de 20 milímetros de agua durante abril, distribuidos en varias lluvias, este martes en sólo 10 horas la capital de Chile llegó a reportar 35 milímetros de agua en el sector pre-cordillerano.
En Santiago, durante las últimas horas, la estación de medición de Quinta Normal acumuló 27,4 milímetros. En un año normal, su valor de referencia es de 17,5 mm.
Por su parte, en el sector precordillerano el valor de referencia es de 19,4 milímetros, por lo que fue superado ampliamente.
En Concepción (Región del Biobio, a la altura de Neuquén), desde el jueves pasado han caído cerca de 60 milímetros de agua.
Según datos de la Dirección Meteorológica de Chile, con estas cantidades la región del Biobío logró un superávit de 0,7mm en materia de lluvias, con 101,4 mm totales durante el mes.
En el caso de Valdivia (Los Rios, a la altura de Bariloche) las precipitaciones acumuladas llegan a 336 mm en lo que va del año, versus el promedio considerado “normal”, que es de 244 mm.
Incluso atractivos turísticos como los “Saltos del Laja” o “Las siete tazas”, que habían perdido sus caudales de agua, dando paso a deprimentes imágenes, recuperaron la fuerza permitiendo volver a observar el despliegue de las aguas en videos que fueron reportados por distintos usuarios en las redes sociales.
Los expertos miran el fenómeno con cautela. A pesar del alivio momentáneo y lo bienvenida que ha sido la lluvia, el panorama para el invierno no tiene nada de prometedor en Chile.
Por el contrario, las proyecciones de lluvia al mediano plazo hacen que la situación sea calificada como “un pronóstico de invierno mayoritariamente seco”, por parte de la Dirección meteorológica del vecino país.
Desde el organismo advierten que los pronósticos son dinámicos en el mediano y largo plazo, por tanto, podrían producirse fenómenos que sorprendieran y elevaran las expectativas de lluvia para esa época.
En el largo plazo, se sigue con preocupación la posibilidad que se produzca por tercer año seguido el fenómeno de “La Niña”, relacionado con las temperaturas de las corrientes del pacífico.
Esta situación trae consigo menos lluvias a Chile y en el pasado era menos usual que el del “Niño”, que se vincula a mayores lluvias.
Sin embargo, durante la última década la frecuencia de La Niña ha sido mayor y sobre fines de este año podría volver a presentarse por tercera vez consecutiva, algo que tiene pocos puntos de comparación en la historia climatológica desde que se cuenta con registro.
