Cuando una empresa tiene empleados fijos debe cubrir con todos los gastos que esto implica, como es cubrir el porcentaje correspondiente de la seguridad social, pagar vacaciones, incapacidades, entre otras, y esos costos están contemplados cuando son en medio de los estándares normales.
Sin embargo, las incapacidades laborales se han disparados, según datos de la ANDI el ausentismo laboral representaba el 2,3 % del costo de la nómina anal en el 2019, mientras que en el 2020, ese porcentaje creció a 5,78 %, es decir que en un año duplico el valor que suma las ausencias laborales por enfermedad.
Según los expertos hay varios factores que están llevando a esto, y es que los médicos de las EPS entregan relativamente fácil, según los síntomas que informan los pacientes, las incapacidades, muchas de ellas de entre dos y tres días de manera que las asume la empresa y no se puede hacer un recobro a la entidad de salud por no cumplir los días mínimos para esto.
Por otro lado la llegada de Covid-19 ha sido un factor preponderante en este proceso ya que cualquier sospecha, que antes era interpretado como un resfriado, conlleva la correspondiente incapacidad para evitar contagio mientras se hace la prueba de descarte de la enfermedad.
Este reconocimiento creciente de incapacidades médicas representa un riesgo financiero para las empresas, cuando tienen que cubrir las incapacidades y para el sector saludo, cuando estas superan los tres días.
Se estima que una empresa de 200 colaboradores podría tener pérdidas anuales cercanas a los $30 millones por cuenta de los días en los que esos colaboradores se ausentaron de su trabajo debido a una incapacidad médica.
Ante esta situación y buscando que las empresas pueda realizar el recobro correspondiente cuando los días ameritan el proceso, nació Incapp, una iniciativa que busca una iniciativa que, a través de las nuevas tecnologías, busca gestionar de forma eficiente el recobro y la administración de las incapacidades médicas que deben ser reconocidas a las empresas.
