Por José Ignacio Penagos H.
Con bombos y platillos, las Empresas Públicas de Medellín comunicó a los ciudadanos que llevará a un grupo de concejales de la ciudad a la planta de Ticsa, la empresa filial de EPM, en México.
El comunicado pasa de informativo a la evidencia de la inmoralidad en la función pública, pues en el mismo comunicado, se indica que “Precisamente, esta visita busca entregarles a los concejales más elementos de juicio para que hagan el debido control al uso adecuado y eficiente de los recursos públicos que EPM invierte en sus filiales en el exterior.”
Esta frase con la que además comienzan el comunicado, que bien reseñó IFMNOTICIAS.COM, tienen tanto de inmoral como que revela que más que llevarlos y ofrecerles las prebendas de una dádiva como lo es un viaje costeado por la empresa a quienes son los encargados de vigilarlos, lo que busca en realidad es “darles argumentos” para que la función de control quede viciada.
Esto en sí es un “chantaje” y un intento de conciencia, tan grave como decir que un juez es invitado por el sindicado para que pueda conocer el caso y fallar. Desde todo punto de vista es inmoral y genera un “conflicto de intereses” que es además, una violación al marco jurídico colombiano.
Una cosa diferente es si el viaje fuera costeado por el Concejo de Medellín en el marco de buscar la información necesaria para que, de manera independiente, los concejales obtengan los argumentos en medio de su trabajo de control político; pero no. En este caso lo que hay es una invitación que permitirá a los concejales, ver lo que EPM quiere mostrarles y con ello manipular la independencia de los concejales en el control.
Esta es una vil y burda manipulación que demuestra hasta donde está dispuesta EPM con su actual administración, de comprar las conciencias. Regalar a los concejales un viaje, con todo pago, a Guanajuato, México, suena a un plan vacacional “non-sancto” que dista de la ética pública.
EPM dice además en su comunicado que se trata de “Una misión de concejales de Medellín visita la empresa TICSA, filial del Grupo EPM en México”; pero no da los nombres de quienes componen esa misión.
No explica EPM como fue seleccionada la misión y a quienes representan, lo que genera aun mas, las sospechas de que la selección de los concejales se hace de manera conveniente para favorecer los intereses puntuales de la gerencia de EPM y del alcalde de Medellín.
Recuerda esta “invitación” de EPM a aquellos debates en el Congreso de la República, sobre el “Turismo Parlamentario”, en donde con “dineros públicos” los congresistas viajaban con intereses puntuales.
No dista mucho esa comparación, pues los dineros de EPM son dineros de todos los antioqueños y de muchos colombianos, son dineros públicos y quienes viajan con un grupo de corporados que ejercen una función de control, son funcionarios públicos.
En la época de los debates del turismo parlamentario que se cortaron de raíz, se evidenciaba la falta de ética y moral de los funcionarios. Con la invitación nos solo se revive el dilema del derroche de dineros públicos, sino que además se plantea el dilema ético de quien financia el vieja y de quienes acceden a realizarlo.
En este caso, suena a “corrupción” en doble vía. Tan mal para quienes lo proponen como para quienes lo aceptan. Desdice del deber ser de la administración pública y sobre todo de lo que significa la independencia de los poderes.
EPM, pese a que intenta funcionar y hacerse ver en sus prácticas como una empresa privada, no puede olvidar que es pública; y si el caso se diera con una empresa privada invitando a los corporados, entonces ¿cómo se vería eso?. La respuesta es clara: de la misma manera, con un tufillo de conflicto de intereses y corrupción.
No es de extrañar que este tipo de cosas se den en la EPM de estos tiempos. Ya hemos visto la manera como se vienen manejando las cosas desde la Junta Directiva de bolsillo que ha hecho que se le pierda el respeto y la credibilidad a quienes son sus integrantes, incluyendo al exalcalde Flórez, a quien siempre admiré y que siento me ha decepcionado como ciudadano, hasta la señora Bernardita, eminencia que siempre seguía y quien se cayó del pedestal en el que la tenía. Es que eso de amangualarse con Daniel Quintero para hacerle daño a la ciudad y a EPM, no se lo perdonaremos los antioqueños . Qué decepción.
Menos extraña la actitud del gerente Carillo y los demás altos directivos que parecen ahora la mesa rectangular de Calabria, en donde algunos de aquella calaña, confabulaban para manejar los negocios. Todo saltándose las buenas costumbres y en el filo de lo legal. En este caso, una serie de funcionarios con mas intereses en hacer valer la cuota política que representan, que en el bien de la Empresa.
Es tal la situación, que el paquete turístico de EPM para los corporados a la filial mexicana, pierde el sentido, cuando la misma empresa le responde al concejal Ramos, que no puede entregar información sobre sus filiales en el extranjero. Como dice SINPRO, entonces ¿qué finalidad tiene el viaje?. Si no le pueden entregar información de las filiales en el extranjero aquí en Medellín, ¿cómo pretenden entonces entregarlas en México?.
Esto además tiene el “tufillo de canallada”. Negar la información solicitada en Medellín por concejales, aduciendo extraterritorialedad pero la misma se promete a quienes viajen a México, es además de cinismo, un chantaje. ¿entonces en México no hay extraterritorialidad porque están allí cuando la función de control es en Medellín?. Parece un tecnicismo torpe.
EPM está cometiendo un delito y los concejales que aceptaron los viajes, también. Se llama Cohecho, está en el marco jurídico penal y la Fiscalía es la encargada de adelantar este tipo de investigaciones y fueron contempladas y ampliamente por la Corte Suprema de Justicia (CSJ. Cas. Penal. Sent. nov.01/2017 MP. Eyder Patiño Cabrera (48.679). En igual sentido CSJ Cas. Pena). En resumen la corte dice:
“En el sentido que refulge de la norma, el interés del Estado en la irreprochabilidad e insospechabilidad de los servidores de la administración pública, la cual sufriría por el hecho de la aceptación de invitaciones, presentes o cualquier otro tipo de utilidad, ofrecidos por quien está interesado en asuntos sometidos a su conocimiento”.
Así se define lo que hace EPM y en lo que caen los concejales. En el Cohecho. Es escandaloso. En el 2018, la propia Fiscalía General de la Nación, publicó un interesante documento llamado “Tipologías de Corrupción en Colombia: Del Cohecho y la Concusión” y como aporte a las directivas de EPM y a los concejales, lo anexo a esta columna para que aprendan un poco y entiendan la vergüenza que producen estos comportamientos, que ojalá lleguen hasta la fiscalía.
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