Los cohetes salieron de Gaza e Israel golpeó el territorio con ataques aéreos la madrugada del miércoles, ya que el estallido de violencia más severo desde la guerra de 2014 adquirió muchas características de ese devastador conflicto de 50 días, sin un final a la vista.
Los gobernantes de Hamas de Gaza y otros grupos militantes han disparado bombardeos de cientos de cohetes que en ocasiones han abrumado las defensas de misiles de Israel, provocando que las sirenas y explosiones de ataques aéreos resuenen en Tel Aviv, el área metropolitana más grande de Israel, y otras ciudades.
Los ataques aéreos israelíes han arrasado dos torres de apartamentos en la Franja de Gaza, donde 2 millones de palestinos han vivido bajo un paralizante bloqueo israelí-egipcio desde que Hamas asumió el poder en 2007. Los disparos de advertencia han permitido a los civiles evacuar los edificios, pero las pérdidas materiales serán inmensas. Israel enfrentó fuertes críticas por la táctica durante la guerra de 2014.
Justo después del amanecer del miércoles, Israel desató docenas de ataques aéreos en el transcurso de unos minutos, contra la policía y las instalaciones de seguridad, dijeron testigos. Un muro de humo gris oscuro se elevó sobre la ciudad de Gaza. El Ministerio del Interior dirigido por Hamas dijo que los ataques aéreos destruyeron la sede central de la policía en la ciudad de Gaza, un complejo con varios edificios.
El número de muertos en Gaza se elevó a 35 palestinos, incluidos 12 niños y tres mujeres, según el Ministerio de Salud. Unas 233 personas resultaron heridas. Cinco israelíes, entre ellos tres mujeres y un niño, murieron por disparos de cohetes el martes y la madrugada del miércoles, y decenas de personas resultaron heridas.
El ejército israelí dijo que los militantes han disparado más de 1.050 cohetes desde que comenzó el conflicto, y 200 de ellos se quedaron cortos y aterrizaron dentro de Gaza. El ejército dijo que también derribó un dron que ingresó a Israel desde Gaza. El teniente coronel Jonathan Conricus, un portavoz militar, dijo que se enviaron dos brigadas de infantería al área, lo que indica los preparativos para una posible invasión terrestre.
Samah Haboub, madre de cuatro hijos en Gaza, dijo que fue arrojada a través de su habitación en un “momento de horror” por un ataque aéreo en una torre de apartamentos al lado. Ella y sus hijos, de entre tres y 14 años, bajaron corriendo las escaleras de su bloque de apartamentos junto con otros residentes, muchos de ellos gritando y llorando.
“Casi no hay un lugar seguro en Gaza”, dijo.
La destrucción de torres de apartamentos fue una de las tácticas utilizadas durante la guerra de 2014 que ahora son objeto de una investigación de la Corte Penal Internacional sobre posibles crímenes de guerra. Israel no es miembro de la corte y ha rechazado la investigación.
En una breve declaración, la fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, dijo que había notado “con gran preocupación” la escalada de violencia en la región y “la posible comisión de crímenes en virtud del Estatuto de Roma” que estableció el tribunal.
Conricus dijo que las fuerzas israelíes tienen reglas estrictas de combate y siguen las leyes internacionales sobre conflictos armados. “Definitivamente somos muy conscientes de las víctimas civiles en Gaza y queremos minimizarlas”, dijo. “Esa es la prioridad”.
La última erupción de violencia comenzó hace un mes en Jerusalén, donde las tácticas de mano dura de la policía durante el mes sagrado musulmán del Ramadán y la amenaza de desalojo de decenas de familias palestinas por colonos judíos provocaron protestas y enfrentamientos con la policía. Un punto focal fue el recinto de la mezquita de Al-Aqsa, un lugar sagrado sagrado para judíos y musulmanes.
Israel y Hamas han librado tres guerras desde que el grupo militante islámico tomó el poder en Gaza de manos de las fuerzas palestinas rivales en 2007. Los conflictos terminaron después de que las potencias regionales e internacionales convencieron a ambas partes de que aceptaran una tregua informal.
Si bien la violencia ha sido ampliamente condenada, no hay indicios de que ninguna de las partes esté dispuesta a dar marcha atrás. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha prometido expandir la ofensiva, diciendo que “esto llevará tiempo”.
Los disturbios en Jerusalén se han extendido por todo el propio Israel, con un estallido de violencia comunitaria en comunidades mixtas judío-árabes, ya que Hamas ha pedido una intifada o levantamiento palestino a gran escala. El último levantamiento de este tipo también comenzó con violencia en la mezquita de Al-Aqsa, en 2000, y duró más de cinco años.
