Ante el paso de 240 bloqueos en el país a menos de 40, la presión del Comité de Paro se ve menguado o al menos piensan que van perdiendo poder para presionar en la mesa de negociación.
El temor que tienen para salir de la encrucijada de saber que son responsables de los actos de bloqueos y de no aceptar que sean señalados al igual que responsables de los actos de vandalismo y violencia con el mismo temor de ser señalados, los está conduciendo a intensificar las acciones de presión bajo ese juego de deslindarse.
Por esta razón en las últimas horas, desde el mismo comité de Paro Nacional, se advirtió que en los próximos días se recrudecerían las acciones de marchas y protestas. La orden de los comités de paro regionales y locales, comenzaron a hacer caso a esa directriz.
En medio de la dicotomía de hacerse creer que son negociadores y que no son los responsables de los hechos vandálicos, violentos y terroristas que se han dado en el mes que lleva el paro; el comité de paro ha incurrido en ciertas aceptaciones tácitas que corroboran su responsabilidad.
El fracasado acuerdo de Buenaventura y la manera como quedó redactado, demostró que e Comité de Paro, sí es el que bloquea el país al punto que demostraron que quieren controlar desde los corredores viales, imponer los horarios en los que dejarían circular los vehículos de carga, decidir cuáles mercancías son las que pasan y cuales no.
Son responsables de los bloqueos y por ello han sido denunciados por el abogado antioqueño Hernán Cadavid, quien demandó penalmente ante la fiscalía a los miembros del Comité. El solo hecho del bloqueo es un delito que las autoridades han anunciado que castigarán decididamente.
Con la pérdida de lo que el Comité de Paro considera la “capacidad” de presión, entraron en la etapa del fuego dentro del plan de escalamiento. Con la quema de palacio de Justicia de Tuluá se inició este plan coordinado que se viene viviendo en varias ciudades del país. El fuego es ahora el común denominador y la nueva estrategia de presión.
En la lista, ya están desde el Palacio de Justicia de Tuluá, igualmente han quemado camiones, buses, motos, peajes, sedes de Medicina Legal, la alcaldía de Popayán, el parqueadero del tránsito de esa misma capital, hasta sedes bancarias en Medellín y Cali, estaciones de buses entre otros.
Informes policiales, han advertido de la intención en Medellín por parte de los manifestantes de atacar con fuego a alguno de los almacenes de cadena que vienen vandalizando y han señalado que se ha hecho un dispositivo especial para prevenirlo.
Luego del amenazante comunicado que el Comité de Paro dio a conocer este domingo 30 de mayo en el que amenazan con “realizar las más grandes, organizadas y “pacíficas” movilizaciones de nuestra historia”, los organismos de seguridad están alertas ante las evidencias por interceptaciones y mensajes abiertos en grupos de coordinación por WhatsApp y Telegram, en donde los de Primera Línea se preparan para la escalada vandálica de lo que han denominado la “Era del Fuego” en las protestas y movilizaciones.
