El ex oficial de policía de Minneapolis, Derek Chauvin, fue condenado el martes por el asesinato de George Floyd, un hito en la tensa historia racial de Estados Unidos y una reprimenda al trato de las fuerzas del orden hacia los afroamericanos.
Un jurado de 12 miembros encontró a Chauvin, de 45 años, culpable de los tres cargos de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio involuntario después de considerar tres semanas de testimonio de 45 testigos, incluidos transeúntes, oficiales de policía y expertos médicos. Las deliberaciones comenzaron el lunes y duraron poco más de 10 horas.
En un enfrentamiento capturado en video, Chauvin, un veterano blanco de la fuerza policial, empujó su rodilla contra el cuello de Floyd, un hombre negro de 46 años esposado, durante más de nueve minutos el 25 de mayo de 2020. Chauvin y tres compañeros oficiales intentaban arrestar a Floyd, acusado de usar un billete falso de $ USD20 para comprar cigarrillos en una tienda de comestibles.
Los miembros del jurado permanecieron quietos y en silencio mientras se leyó el veredicto. Chauvin, vestido con un traje gris con corbata azul y una mascarilla azul claro, asintió y se puso de pie rápidamente cuando el juez dictaminó que su fianza fue revocada. Lo sacaron de la sala del tribunal esposado y lo pusieron bajo la custodia del alguacil del condado de Hennepin.
La condena desencadenó una ola de alivio y reflexión no solo en Estados Unidos sino en países de todo el mundo.
“Fue un asesinato a plena luz del día y arrancó las anteojeras para que todo el mundo viera el racismo sistémico”, dijo el presidente Joe Biden en declaraciones televisadas. “Este puede ser un gran paso adelante en la marcha hacia la justicia en Estados Unidos”.
Fuera del tribunal, una multitud de varios cientos de personas estalló en vítores cuando se anunció el veredicto, una escena que se desarrolló en ciudades de todo el país. Las bocinas de los autos tocaron la bocina, los manifestantes bloquearon el tráfico y corearon: “George Floyd” y “Los tres cargos”.
En George Floyd Square en Minneapolis, la intersección donde Floyd fue asesinado y que luego fue nombrada en su honor, la gente gritó, aplaudió y algunos arrojaron billetes de dólar al aire en celebración.
Mientras celebraban el veredicto, los manifestantes pidieron justicia en el caso de Daunte Wright, un hombre negro que fue asesinado a tiros por un oficial de policía después de una parada de tráfico de rutina el 11 de abril, a pocas millas de donde Chauvin fue juzgado. Kimberly Potter, quien entregó su placa, fue acusada de homicidio involuntario en ese caso.
El hermano de George Floyd, Philonise, hablando en una conferencia de prensa con varios miembros de la familia, dijo: “Podemos respirar de nuevo” después del veredicto, pero agregó que la lucha por la justicia no ha terminado.
“Tenemos que protestar porque parece que este es un ciclo sin fin”, dijo.
Chauvin ahora podría enfrentar hasta 40 años de prisión. Si bien el sistema de justicia penal y los jurados de EE. UU. Han dado margen de maniobra y cierta protección legal a los agentes de policía que usan la violencia para someter a civiles, los jurados de Minneapolis encontraron que Chauvin había cruzado la línea y había usado fuerza excesiva.
