Los preparativos del gobierno japonés para el próximo aumento de virus incluyen agregar miles de camas de hospital más para evitar una situación como el verano pasado, cuando muchos pacientes de COVID-19 se vieron obligados a quedarse en casa, incluso mientras dependían de las entregas de oxígeno.
Aunque Japón tiene un sistema de seguro médico razonable y la mayor cantidad de camas per cápita del mundo, los pacientes de COVID-19 fueron admitidos en solo una fracción de las camas, principalmente en hospitales públicos, universitarios y privados importantes. El gobierno ha proporcionado subsidios para atraer a más hospitales para que traten a estos pacientes, pero el progreso es lento, lo que genera pedidos de medidas más estrictas en caso de emergencia.
Los pequeños hospitales privados se han mostrado reacios a aceptar pacientes con COVID-19, citando la experiencia insuficiente para manejar enfermedades infecciosas, la falta de personal o el costo. Algunas prefecturas han establecido sistemas en los que esos hospitales aceptarían pacientes que ya no son infecciosos y que se rehabilitan de enfermedades graves después del tratamiento en hospitales más grandes.
Las medidas contra el virus son clave para que el gobierno del primer ministro Fumio Kishida mantenga su control del poder después de que la insatisfacción pública con la respuesta de su predecesor, criticada por ser demasiado escasa y lenta, precipitó el cambio de gobierno.
La nueva hoja de ruta de las medidas contra el coronavirus, adoptada el viernes por una reunión de ministros clave del gabinete, dice que el gobierno hará que los hospitales asignen más camas para el tratamiento del COVID-19 para fines de noviembre, de modo que se puedan admitir hasta 37,000 pacientes, en comparación con los 28,000. si las infecciones aumentan considerablemente desde una ola anterior en el verano.
A mediados de agosto, cuando los nuevos casos diarios aumentaron a unos 25.000 y los sistemas de atención médica colapsaron parcialmente, muchos pacientes no pudieron encontrar camas de hospital y tuvieron que recibir oxígeno y alimentos suplementarios en sus hogares. Algunos murieron en casa.
Esto llevó al gobierno a establecer varias instalaciones médicas para aceptar pacientes que requirieran atención médica mientras esperaban las vacantes del hospital. Kishida dijo que el gobierno casi duplicará la capacidad de los hospitales improvisados a 3.400 y aumentará la capacidad de los hoteles, donde los pacientes con casos menos graves pueden alojarse, a 61.000 habitaciones.
“Es importante anticipar el peor de los casos y tomar acciones concretas para prepararse para una próxima expansión de las infecciones”, dijo Kishida en la reunión. “Aseguraremos rápidamente los sistemas médicos, aseguraremos el proceso de prevención, detección y tratamiento temprano promoviendo la vacunación, las pruebas y las píldoras orales, con el fin de reducir los riesgos de casos graves”.
Con casi el 75% de la población completamente vacunada y los riesgos de desarrollar casos graves reducidos, es probable que más pacientes tengan síntomas leves que no requieran hospitalización, y se debe prestar más atención a los pacientes en el hogar, dicen los expertos.
“Parece que se hace demasiado hincapié en asegurar las camas de los hospitales”, dijo Koji Wada, profesor de salud pública en la Universidad Internacional de Salud y Bienestar. “Los ejemplos en otros países con avances en la vacunación sugieren que es probable que aumenten los pacientes que se quedan en casa, y parece que faltan preparativos para eso”.
El gobierno hará que 32.000 médicos de atención primaria e instituciones médicas supervisen o proporcionen consultas médicas en línea para los pacientes en casa para abordar su malestar, dijo Kishida.
Kishida se comprometió a comenzar con las vacunas de refuerzo el próximo mes para los adultos que habían sido completamente vacunados ocho meses antes. La hoja de ruta también promete que el gobierno asegurará hasta 1,6 millones de dosis de medicamentos orales para tratar el COVID-19 y obtendrá su aprobación para fines de este año. Las píldoras son principalmente para pacientes con síntomas leves que se espera que se queden en casa, aunque eso requeriría un control por parte del personal médico.
El gobierno apunta a expandir gradualmente las actividades sociales y económicas, pero aún tiene cuidado de facilitar el control fronterizo para el turismo extranjero.
