Lina Ron fue un verdadero dolor de cabeza para el dictador Hugo Chávez. La más chavista de los chavistas era, según el coronel paracaidista, incontrolable, anárquica e incluso, en algún momento, afirmó que le hacía daño a la revolución.
El petrismo tiene su Lina Ron: Isabel Cristina Zuleta, la más petrista de los petristas, cuyo descontrol verbal, más sus actuaciones inmorales y sin ética alguna, de seguro le han provocado dolores de cabeza a Gustavo Petro.
La que anunció, orgullosa, que al mejor estilo «guanumenesco» había «quemado a Fajardo con Procuraduría y Contraloría». La misma que en plena reunión del entonces candidato, decidió sabotearla con un ruido ensordecedor para luego burlarse de su «pilatuna».
La maquiavélica zurda que quería quemar a Federico Gutiérrez; aquella que llena de ira, se negó a bajarse el salario de congresista y ahora, en cualquier oportunidad que tiene, manda a sus esbirros a hacer montajes contra sus contradictores… Esa es Isabel Cristina Zuleta, la fundadora de Ríos Vivos, quien se enriqueció como por arte de magia y ahora es dueña, junto con su marido, de tierras, inmuebles y mucho más.
En Ituango no la recuerdan con cariño. De hecho, en 2019 fue declarada persona non grata por la directora de deportes del municipio.
Es que Zuleta es como Lina Ron: le gusta cazar peleas con quien sea, y se siente capaz de sacar adelante varias guerras en simultánea. En alguna oportunidad, se trenzó en un rifirrafe con el controvertido periodista Félix de Bedout, quien le pidió que fuera honrada: «más fácil decir que no se quiere bajar el sueldo y ya».
Ante esto, asumió la falsa pose de víctima, asegurando que sufría de matoneo mediático por parte del periodista. También se enfrentó a la ciudadanía en El Hueco de Medellín, cuando prácticamente fue expulsada del sector.
Naturalmente, como toda política cercana a Gustavo Petro, Isabel Zuleta tiene en su prontuario una tentativa de estafa, bajo el radicado 2015-01183, según un juez de la República.
Ella, la que ha utilizado Ríos Vivos como fachada para construir una plataforma para darse a conocer y dar el salto a la política, es la Lina Ron versión petrista.
Zuleta no tuvo inconveniente en confesar que Daniel Quintero Calle trabajaba para el petrismo en una más de sus salidas en falso, fruto de esa que muchos califican como diarrea verbal, en la que habla para pensar y no piensa para hablar.
Así es Isabel Cristina Zuleta, cuyo perfil de matoncita de barrio solo le permite agredir, disociar y pelear, con esa soberbia que solo exhiben los espíritus bajos y llenos de resentimiento. De golpe, Lina Ron se revolcaría en su tumba si supiera que la están comparando con la congresista del Pacto Histórico.
