viernes, abril 19, 2024
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(INVESTIGACIÓN) Quibdó bajo fuego

Esta semana llegó hasta los medios de comunicación nacionales la noticia sobre la muerte de unos habitantes de Quibdó, Chocó, por armas de fuego. Todos los medios titularon aduciendo a que se estaban viviendo en capital del Chocó una serie de masacres que estaban cobrando la vida de los habitantes de la región.

Sin embargo, la historia es más compleja de lo que parece y son pocos los medios de comunicación que han ahondado en las razones de las muertes que se han venido presentando, así como en las razones por las cuales se ha incrementado la inseguridad en Quibdó.

Esta historia comienza hace más o menos dos años cuando grupos delincuenciales comenzaron a llegar al chocó en busca de oportunidades para ampliar su accionar delictivo amparados en el tradicional abandono y olvido de esta región del país.

Allí se asentaron seis grupos ilegales: los “mexicanos”, el “clan del golfo”, los “kenedy”, los”parmenios”, los “locos yan” y los “rapados” y comenzaron a delinquir. Algunos de los grupos, como sucede con El Clan del Golfo ya se habían adueñado del territorio, por lo que la llegada de otros grupos comenzó a generar roces y diferencias y la habitual disputa por territorio y clientes.

El objetivo de estos grupos, desde el inicio has sido la obtención de dinero a través de la extorsión, desde bajos montos a pequeños comerciantes hasta montos mas elevados, dependiendo de la capacidad de los ciudadanos, según las autoridades, muchas personas se han visto perjudicadas con el proceder de estos grupos ilegales, que se han ido enriquecido por cuenta del pago de las famosas vacunas.

Los cabecillas de los grupos al margen de la ley encontraron en Quibdó el escenario perfecto para ejercer sus actividades y además para reclutar menores de edad para delitos como cobro de extorsiones, entrega de panfletos y hasta asesinato de rivales de otros grupos.

Estos menores llegan hasta estos grupos porque les ofrecen unos ingresos en medio de una ciudad que no les está brindando oportunidades y donde en muchos de los barrios la pobreza es ley.

En medio de las denuncias por extorsión y el miedo de los habitantes que veían como el actuar de estos grupos se iba generalizando, las autoridades, desde inicios del 2021, decidieron aplicar una serie de estrategias en la capital del Chocó con el objetivo de desarticular los grupos delincuenciales y de quitarle jóvenes a esta guerra.

La estrategia

La estrategia de las autoridades, en cabeza del Brigadier General Gustavo Franco, comandante de Región Seis de la Policía Nacional y que tiene bajo su jurisdicción los departamentos de Antioquia y Chocó, consiste en tres pilares fundamentales que han permitido el control de la zona.

El primero de ellos ha sido la intervención de los barrios más complejos con 196 hombres de la policía, ubicados en puntos críticos, sobre todo en aquellos puntos que se convirtieron en fronteras invisibles entre los diferentes grupos ilegales.

La segunda pata de este trípode viene articulada con entidades como fiscalía y policía judicial para las investigación que ha resultado en capturas con el objetivo de desarticular las estructuras criminales y judicializar a los miembros de estas organizaciones.

La investigación realizada en la región ha permitido la identificación de los cabecillas de los diferentes grupos delincuenciales y eso facilita su búsqueda y judicialización.

El tercer pilar de esta estrategia para enfrentar la guerra que tiene casi que “secuestrados” a los habitantes de Quibdó es comunicacional, y es que muchos de estos grupos se estaban aprovechando de la desinformación para ampliar su actuar y atemorizar a la población, por lo que las autoridades implementaron canales de información oficial donde se da cuenta del actuar de la policía y de los logros alcanzados para disminuir la delincuencia organizada en la capital de Chocó.

Por otro lado, este pilar de información ha permitido que la misma ciudadanía se vincule con las autoridades y les facilite datos que han permitido la captura de un gran número de militantes de estos grupos ilegales.

Los resultados

En el poco más de un año que lleva la intervención de la Policía Nacional en la región con el objetivo de desarticular a los grupos que están delinquiendo y extorsionando a los habitantes de Quibdó se han capturado 1172 personas, cifra confirmada por la personería de Quibdó.

De esa cifra, según informa el BG Franco, 350 hacían parte de “Los Mexicanos”, que junto con “El Clan de Golfo” son los grupos más fuertes de la región y cuyas disputas por el control de territorio se convierten en fuertes enfrentamientos, que por lo general, deja a algunos de sus miembros fallecidos.

Es tal la presencia de menores en el accionar de estos grupos armados al margen de la ley, que alrededor del 30% de los capturados no superan los 17 años, y la mayoría de ellos se encuentran entre los 14 y los 16 años, y eran perseguidos por las autoridades por delitos como homicidio, extorsión y amenaza.

Pero al ser menores de edad queda bajo el cuidado del Bienestar Familiar que no tiene la capacidad logística ni operativa para recibir el número de jóvenes que terminan involucrados en la guerra, y que son utilizados con el único objetivo de que los cabecillas se enriquezcan.

El actuar de las autoridades ha llegado al punto de poder desarticular a los “Locos Yan” y los “Rapados”, pero aún continúan en su accionar los otros cuatro grupos.

Según el personero de Quibdó, Domingo Ramos, el alto volumen de capturas que se vienen adelantando en el municipio han llevado a que la penitenciaría llegue a su máxima capacidad y que ahora presente altos niveles de hacinamiento, por lo que los jueces le otorgan casa por cárcel a algunos de los miembros de estos grupos delincuenciales, lo que evita que salgan de manera efectiva de las calles.

Las perspectivas y el futuro

Los homicidios que se han presentado esta semana responden a enfrentamientos entre los diferentes grupos, e incluso entre ellos y la policía nacional que custodia la región y que trata de evitar que las fronteras invisibles no se respeten mientras continúan con el trabajo para desarticular el accionar delictivo.

Sin embargo, para el personero municipal, solo la intervención del ejercito nacional podría poner fin a las muertes, concepto que las autoridades militares no comparten, y más teniendo en cuenta que la Policía Nacional viene haciendo un trabajo efectivo que ha generado resultados, pero que requiere un esfuerzo adicional por parte de las autoridades y de la sociedad en general.

Y es que la única estrategia, según una fuente consultada, que solicitó la reserva de su nombre, es quitarle niños a la guerra y llevar oportunidades a Quibdó, para que esos niños y jóvenes recuperen sus sueños y se mantengan alejados del accionar de los grupos ilegales, esto les quitaría fuerza y margen de acción por lo que sería mas sencillo a las autoridades capturar a los responsables, tanto a los cabecillas como a los mandos medios, para que con el tiempo no sean estos los que se disputen el control de los territorios.

Es por esto que la fuente habla de la necesidad de inversión, testimonio respaldado por el personero Ramos, quien dijo que se requería que el Gobierno Nacional y departamental inviertan recursos en la región que les permitan a los habitantes el acceso a mejores oportunidades, a disminuir los índices de desempleo y de pobreza.

Pero la realidad complica esa solicitud, y difiere con el concepto que tiene la fuente sobre la inversión que requiere la región y es que la historia del departamento da cuenta de los altos niveles de corrupción que son uno de los factores por los cuales las inversiones no se ven y la pobreza sigue reinando.

Según la fuente, “de llevar más recursos a Quibdó y entregárselos a los políticos, ya sabemos como resultan las inversiones”, porque para no ir muy lejos el acueducto de Quibdó es aún muy precario, pero en tres ocasiones han “construido” una infraestructura necesaria para dotar de agua todo el municipio, realidad sigue siendo un sueño para gran parte de sus habitantes.

Es por esto que la opción más viable para darle oportunidades a los habitantes del Chocó y cerrar la puerta a los grupos delincuenciales es través de la empresa privada que logre ver en este rincón de geografía colombiana una oportunidad de inversión.

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