A lo largo de la primera parte de esta investigación se ahondo en las hojas de vida de algunos de los funcionarios nombrados en los cargos directivos de las oficinas de Control Interno de la Alcaldía de Medellín y las entidades que hacen parte del conglomerado público, nombramientos que hizo a las carreras el 3 de enero, Juan Pablo Ramirez, quien durante la primera semana de enero se ha desempeñado como alcalde encargado de la ciudad.
En los nombramientos lo acompañó María Camila Villamizar, secretaria privada del despacho, y para dar a conocer el evento publicó un trino celebrando la llegada de estos nuevos funcionarios a cargos directivos de control interno, para desempeñarse por 4 años a partir de la fecha.
Los que la secretaria privada no contó fue que ese día se realizaron cerca de 20 nombramientos, y que la mayoría de los mismos no cumplen con los requisitos mínimos para ocupar los cargos para los cuales fueron seleccionados.
Más allá del no cumplimiento de los requisitos de ley, principalmente relacionados con la experiencia laboral, se pudo establecer que muchos de los nombramientos realizados en las oficinas de fiscalización interna estarían dirigidos a ayudar al alcalde Daniel Quintero Calle a evitar ser revocado de su cargo, e incluso utilizados para pagar cuotas políticas a aquellos que le ayudaron a llegar al piso 12 de la Alpujarra.
Es por esto que se ubicaron perfiles de personas que tuvieran alguna cercanía política o familiar con el burgomaestre de los medellinenses.
Dentro los nombres que aparecen entre los asignados al frente de las oficinas de Control Interno resalta Wilson Enrique López Bedoya nombrado en control interno de Metro Medellín, quien no aparece en las bases del datos del Sistema de Gestión de la Función Pública, a pesar de ser de obligatorio cumplimiento que todos los funcionarios y contratistas del estado registren su hoja de vida en el SIGEP, y que en varias oportunidades ha ocupado cargos públicos.
Entre los hallazgos encontrados, llama la atención que no vive en Medellín sino en La Ceja, donde fue concejal y se le inició un proceso para la destitución de su curul, sin conocer a ciencia cierta en que terminó dicho proceso y donde ha estado inmerso en la política del municipio del oriente antioqueño.
En el 2013 fue nombrado secretario de gobierno por parte del entonces alcalde de Medellín Aníbal Gaviaría, actual gobernador del Antioquia, y en su cargo anterior se desempeñó como Gerente de Metroparques.
López Bedoya, antes de su designación en Control Interno del Metro venía desempeñándose como gerente de movilidad humana de la Alcaldía, y llegó a ese cargo como una cuota política del liberal Eugenio Prieto.
Otra información hallada que llama la atención con respecto a la trayectoria del señor López y que puede explicar la razón por la que llega a la dirección de Control Interno del Metro de Medellín es el hecho de que él es socio de una compañía denominada Iclei Colombia, identificada con Nit:901.337.412-5, como aparece en su acta de constitución y que hace parte de una red mundial que lleva el mismo nombre.
El objetivo de la red es lograr unir gobiernos locales por la sustentabilidad del planeta, lo que resulta curioso es el Iclei firmó unos acuerdos con la Alcaldía de Medellín, y uno de los socios de la representación de la red, Wilson López, ha estado vinculado a la administración de Quintero Calle.
La organización a través de su pagina web afirma que la sucursal del Valle de Aburra, Colombia, fue seleccionada para formar parte, desde el 2018, del Comité Ejecutivo Regional para América del Sur, sin embargo la empresa se creó en el 2019 por el señor López y Carlos Alberto González.
Este segundo hace parte de la nomina de docentes de la Universidad de Antioquia, pero ninguno de los dos aparece en cargos directivos de ICLEI ni en Colombia ni a nivel internacional.
Durante la construcción del Metro de la 80 se hará una importante intervención y tala de arboles con el fin de abrir espacio para el proyecto, donde se requerirán los servicios de la red a la que pertenece ICLEI Colombia, que esta a cargo de la empresa Metro de Medellín, empresa en la que se desempeña López Bedoya como jefe de control interno.
Fuentes confidenciales consultadas se cuestionan si en este caso no hay un evidente conflicto de intereses.
Otro de los nombres y que se presume no cumple con los requisitos establecidos por las normas es el William Darío Álzate Franco asignado para la entidad ACI, quien, sorprendentemente tampoco aparece en el SIGEP, por lo que es imposible verificar su trayectoria laboral.
Se supo que antes de éste periodo se estaba desempeñando como jefe de control interno de ACI, por lo que presume, se le dio continuidad al cargo en el que venía trabajando.
También se pudo establecer que en el 2010 ocupaba el puesto de Contralor Auxiliar de Recursos Físicos y Financieros de la Contraloría General de Medellín.
En Control Interno del aeropuerto Olaya Herrera aparece nombrado Hugo Alberto Parra, quien no cumple con los requisitos de experiencia requerida para ocupar el cargo, pero que es amigo muy cercano de Néstor Hincapié, quien fue rector de la Universidad de Medellín.
Hincapié se vio obligado a renunciar a su cargo como en la institución educativo luego de un escándalo por otorgar el titulo de abogado al congresista liberal Julián Bedoya al parecer sin el cumplimiento de los requisitos internos del claustro para recibir el titulo profesional.
En la lista de nombramientos llega a Metroparques, Bibiana Estrada Correa, quien a pesar de cumplir con los requisitos para ocupar el cargo de jefe de Control Interno, hace parte de la red de personas cercanas a Daniel Quintero.
Una fuente confidencial que contacto a IFMNOTICIAS.COM informó que la relacionista internacional es esposa de Carlos Borja, quien, al parecer, es la persona que llegará a ocupar la la gerencia de Emvarias.
Otros de los nombramientos que no cumplen con los requisitos mínimos en términos de experiencia especifica en temas de control interno son: Carlos Alberto Restrepo, que salió de la dirección financiera de Telemedellín para llegar a la dirección de control interno de Emvarias.
Así como el señor Restrepo, tampoco cumplen José Alexander Torres, quien llega a la Biblioteca Pública Piloto, Carlos Arturo Betancur en Metroplus y Delia Inés Solano en el Museo Casa de la Memoria.
Sorprende ver la ligereza y falta de rigurosidad en los nombramientos realizados por parte de la Alcaldía de Medellín en puestos que tienen como función la vigilancia de los comportamientos de los servidores públicos, así como fiscalizar que los funcionarios no incurran en participación indebida en política en un momento donde Quintero Calle necesitará la mayor fuerza ciudadana posible para evitar ser revocado evitando el uso de los recursos públicos.
