viernes, marzo 29, 2024
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Investigación de COVID-19 en Brasil habla de la fe ciega de Bolsonaro en la cloroquina

El exministro de Salud de Brasil dijo el martes en una investigación parlamentaria que el gobierno de derecha del presidente Jair Bolsonaro sabía muy bien que el tratamiento que defendía para los pacientes con COVID-19 no tenía base científica.

Luiz Henrique Mandetta, quien fue despedido en abril pasado por Bolsonaro por no aceptar impulsar el medicamento contra la malaria cloroquina como tratamiento para el COVID-19, testificó ante una investigación parlamentaria sobre el manejo de la pandemia que ha matado a más de 408.000 brasileños.

Se espera que la investigación del Senado perjudique políticamente al presidente 17 meses antes de las elecciones al mostrarle al país que su oposición a los cierres y las medidas de distanciamiento social, su incapacidad para asegurar las vacunas y la promoción de tratamientos no probados profundizaron la crisis en la que se encuentra Brasil.

“Advertí a Bolsonaro sistemáticamente de las consecuencias de no adoptar las recomendaciones de la ciencia para combatir el COVID-19”, dijo Mandetta a la comisión.

El ministro dijo que fue llamado a una reunión de gabinete con el presidente, donde había un plan para cambiar las indicaciones oficiales para el uso del antiguo medicamento contra la malaria para decir que se podría recetar para COVID-19.

Antonio Barra Torres, presidente del regulador de salud de Brasil, Anvisa, que también estuvo en la reunión, dijo que no se podía hacer.

“El gobierno sabía que estaba recetando cloroquina sin ninguna evidencia científica”, dijo Mandetta.

Brasil tiene el mayor número de muertes en el mundo por COVID-19 después de Estados Unidos, y el tercero en infecciones totales por coronavirus después de Estados Unidos e India.

El país sudamericano está tan escaso de suministros de vacunas que varias grandes ciudades no han podido administrar segundas dosis. Algunas salas de cuidados intensivos se han quedado sin oxígeno y sin los medicamentos necesarios para sedar a los pacientes con COVID-19 intubados.

Estados Unidos está trabajando para que Brasil tenga acceso a medicamentos por valor de 20 millones de dólares que se utilizan para pacientes que necesitan asistencia respiratoria mecánica. Los medicamentos provendrán de las reservas estratégicas del gobierno de Estados Unidos y se entregarán en asociación con la Organización Panamericana de la Salud, dijo el martes la Casa Blanca.

La investigación del Senado ha convocado a otros exministros de salud, incluido el general Eduardo Pazuello, quien fue elegido por Bolsonaro después de que dos ministros fueran destituidos por no respaldar su plan de tratamiento con cloroquina.

La defensa de la cloroquina por parte de Bolsonaro reflejó el cabildeo del expresidente estadounidense Donald Trump para el uso del fármaco relacionado hidroxicloroquina como tratamiento para el COVID-19 a pesar de la falta de evidencia científica de algún beneficio para esos pacientes.

Bolsonaro admiraba a Trump y comparte muchas de sus opiniones ideológicas, incluida la minimización de la gravedad de la pandemia.

Pazuello debía testificar el miércoles, pero dijo que no podía comparecer porque había estado en contacto con dos coroneles del ejército que dieron positivo por COVID-19. Su testimonio ha sido reprogramado para el 19 de mayo.

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