Son nueve las camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que ya fueron desinstaladas en Medellín, aduciendo los altos costos económicos que generan para los hospitales, por el personal adicional, según dijo el Alcalde Quintero.
El alcalde habla de una supuesta “estabilización en las cifras de los contagios”, mientras la Gobernación de Antioquia, da cuenta de un nuevo incremento de casos y mantiene la alerta roja en todo el departamento, al punto de ser prolongada la alerta en el tiempo.
Según el alcalde Quintero “a la fecha, no hay pacientes críticos a la espera de camas pero, en caso de aumentar la demanda de estos servicios, se habilitarán de nuevo las unidades”; cuando en realidad en la ciudad, hay 74 personas en lista de espera por camas según lo dio a conocer la Gobernación.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, explicó que en efecto se está registrando un alza de contagios en los últimos días y atribuyó este incremento a las concentraciones durante las marchas; pero sorprendió al anunciar el desmonte de camas UCI en la ciudad y responsabilizando a las clínicas privadas.
“Tenemos la curva controlada (…) algunos hospitales nos dicen que van a bajar las camas para reducir la presión económica que eso genera por el personal que se tiene que duplicar o triplicar. Vamos a ver que se mantiene una ocupación UCI alta en más de un 90 por ciento porque vamos a bajar las camas pero, si se necesitan, las volvemos a subir”, señaló el mandatario sin proponer una solución a esta situación que agravaría el colapso hospitalario que hoy vive la ciudad.
