Por fin termina el capítulo de implosión de la torre continental, sin embargo este solo es uno de los ya bastantes casos de torres enfermas en la ciudad. Por desgracia, la última década ha sido un desastre tras otro en temas inmobiliarios por negligencia de constructores y corrupción.
Es así que Medellín ha tenido que afrontar varias demoliciones para evitar mayores desgracias, con múltiples evacuaciones preventivas, confrontaciones legales, tragedias personales, dolor y polémicas de por medio.
En primer lugar, no por fallos en la construcción, sino por asuntos relacionados directamente con el legado de Pablo Escobar, también fue demolido el edificio Mónaco en diciembre 3 de 2020, con el fin de borrar la historia negra y el narcoturismo que se venía popularizando en la ciudad.
Pero respecto a los temas estructurales, por supuesto el más sonado caso fue el del edificio Space que tuvo un episodio de colapso parcial el 12 de octubre de 2013 con un saldo de 12 personas fallecidas, tras un tortuoso proceso de disputas legales el 27 de febrero de 2014 fue demolida la torre 5, y posteriormente el 23 de septiembre del mismo año se demolió el resto de la edificación.
Luego en el año 2018 el día 14 de junio en la Loma de los Bernal fue demolido el edificio Bernavento que también padecía fallas estructurales, y que había sido evacuado en 2016
También tuvo que ser evacuado y demolido en La Floresta el edificio Lolay que llevaba más de 50 años de construido, mientras que los edificios Kampala, Asensi y Mantua tuvieron que ser evacuados.
Y finalmente, hoy a las 10:00 de la mañana, también será demolida la torre “Continental Towers” con 250 kilos de explosivos que llegaron al edificio acompañados de un fuerte dispositivo de seguridad, dando por terminada la historia del edificio, pero no de las afectaciones y el tire y afloje por las responsabilidades.
