Transformar el sitio de lo que una vez fue una fábrica de automóviles de la era soviética en una instalación de última generación que produzca la vacuna COVID-19 de Rusia, Sputnik V, fue la parte fácil.
Hacer dosis a granel, encontrar personal calificado y conseguir equipos han sido dolores de cabeza mucho mayores para la firma de biotecnología con sede en Moscú R-Pharm y otras empresas privadas rusas elegidas para hacer el disparo insignia del país para combatir la pandemia.
El presidente Vladimir Putin ha anunciado la vacuna en todo el mundo y dijo en marzo que Rusia había firmado acuerdos para la producción de 700 millones de dosis de la vacuna Sputnik V en el extranjero.
Pero Rusia había producido solo 33 millones de vacunas hasta el 12 de mayo y exportó menos de 15 millones, según un recuento de Reuters que contaba que cada vacuna constaba de dos dosis.
La producción de Rusia es mucho menor que los cientos de millones que producen cada mes Pfizer y AstraZeneca .
Las entrevistas con cuatro fabricantes y dos personas involucradas en el proceso de producción y la cadena de suministro de Rusia destacan lo difícil que es fabricar Sputnik V y aumentar la producción.
Los problemas son una advertencia para los socios extranjeros, incluida la India, que planean producir en masa la vacuna y los países que dependen de Moscú para suministrar sus programas de inoculación.
Con Estados Unidos y los países europeos enfocados en vacunar a las poblaciones nacionales, Rusia ha intervenido en la brecha, ofreciendo vacunas a más de 50 países, desde América Latina hasta Asia.
Pero los retrasos en la entrega de vacunas a esos países le dan tiempo a China y Estados Unidos para llenar el vacío.
En otro golpe, el regulador brasileño ha negado la aprobación para importar Sputnik V, citando datos incompletos sobre su seguridad y eficacia. Lee mas
El Fondo de Inversión Directa de Rusia, que es responsable de comercializar la vacuna en el extranjero, dijo que la capacidad de fabricación de Sputnik V estaba aumentando a nivel mundial a medida que se sumaban nuevos fabricantes.
RDIF dijo a Reuters que planeaba producir dosis suficientes para vacunar a 800 millones de personas en 2021 y que había “demostrado su fuerte compromiso de respetar los contratos de suministro”.
Dijo que apoyaba una oferta para proporcionar dosis a 50 millones de personas en la Unión Europea. Rusia espera que la vacuna sea aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos.
