Por Eduardo Mackenzie
Con France Bleu Occitanie
En Francia, las irregularidades y errores en el escrutinio de votos son sancionados sin tardar y radicalmente. Aunque tales errores sean pequeños o involuntarios, la más alta institución de justicia interviene y decide: anula los votos de las mesas donde hubo problemas. Se trata de buen ejemplo que el Registrador Nacional, Alexander Vega Rocha, debería tener en cuenta.
Tres días después de la primera vuelta de la elección presidencial francesa, el Consejo Constitucional canceló los 1.479 votos emitidos el 10 de abril en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en el colegio electoral más grande de Toulouse, una importante ciudad del sur de Francia. En su decisión, emitida este miércoles, el CC explica que “la comisión departamental del censo notó diferencias significativas e inexplicables entre las cifras ingresadas en las actas de resultados de la votación y las que aparecen en las hojas del escrutinio” en la mesa n° 130 de Toulouse.
Sacha Briand, el funcionario electo de la alcaldía de Toulouse encargado de las elecciones, explicó que el escrutinio fue realizado en dos mesas de conteo, y que los resultados de ese escrutinio fueron transmitidos dos veces. “Fue un error puramente material”, alegó el funcionario.
En vista de eso, el Consejo Constitucional decidió anular pura y simplemente la votación de ese colegio electoral y anunció que no autorizará una nueva primera vuelta en ese colegio electoral pues “no está en condiciones de ejercer su control sobre la regularidad de la votación”. En Toulouse el candidato más votado ese día fue J-L Mélenchon, de izquierda radical, quien obtuvo 36.9% de los votos, seguido por E. Macron (26.4%).
Debido a otras irregularidades, en la primera vuelta presidencial el Consejo Constitucional canceló en total 10.216 votos en toda Francia.
