La FIFA confirmó un cambio histórico en el formato de la Copa Mundial 2026. Por primera vez, la final incluirá un espectáculo oficial de medio tiempo, una decisión impulsada por el presidente del organismo, Gianni Infantino, que marca un giro hacia modelos de entretenimiento similares a los del Super Bowl. El anuncio también reveló que la banda británica Coldplay será la encargada de la curaduría artística del show, un rol que implica la selección de invitados, la construcción conceptual del montaje y la dirección creativa del espectáculo.
El debut del show se llevará a cabo el 19 de julio de 2026 en el MetLife Stadium, ubicado en East Rutherford, Nueva Jersey, escenario que será sede de la final del Mundial organizado por Estados Unidos, Canadá y México. Tanto Chris Martin como Phil Harvey, cofundador y director creativo de la banda, participarán directamente en el diseño del espectáculo, lo que ha elevado la expectativa global sobre la posible presencia de Coldplay en el escenario, aunque por ahora la FIFA ha aclarado que su papel será principalmente de curaduría.
Se trata de una decisión sin precedentes. Las finales de la Copa Mundial, tradicionalmente enfocadas exclusivamente en el deporte, nunca habían incorporado un espectáculo central durante el descanso. Los anuncios previos de medio tiempo solían limitarse a actividades protocolares o intervenciones breves, muy lejos del despliegue de producción multimillonaria característico de los eventos deportivos estadounidenses. Con este cambio, la FIFA busca expandir su alcance cultural, fortalecer la experiencia del espectador y atraer nuevas audiencias en un torneo que se espera sea el más visto de la historia.
La introducción de un show musical en la final anticipa un montaje de gran escala, con artistas internacionales, efectos visuales avanzados y un diseño escénico que aspira a estar a la altura de los estándares globales del entretenimiento en vivo. También supone una oportunidad para que la industria musical participe de manera más directa en uno de los eventos deportivos más importantes del planeta, cuya audiencia podría superar los dos mil millones de espectadores.
Aunque aún no se han revelado los artistas invitados ni la temática del espectáculo, la presencia de Coldplay como eje creativo promete un montaje de alto impacto visual, énfasis en la integración cultural y un sello musical reconocido mundialmente. Con esta decisión, la FIFA inaugura una nueva era en la intersección entre deporte y entretenimiento, redefiniendo la forma en que se vivirá la final más esperada del fútbol mundial.
