La denuncia hecha este sábado 7 de mayo, por el equipo de Federico Gutiérrez, ante las autoridades colombianas y la comunidad internacional, da cuenta de los ataques y persecuciones desatadas por la campaña de Gustavo Petro. En esta ocasión, se trata de la presencia del ciudadano venezolano Michael Colmenares, quien ha mantenido o mantiene nexos con estructuras armadas ilegales asentadas en Colombia y también, con una posible relación con Venezuela.
La infiltración, denominada como «caballo de Troya», podría ser parte de otra acción en donde se combinan «todas las formas de lucha» para enlodar el nombre del candidato, por parte de la campaña de Gustavo Petro y su equipo de trabajo.
El jefe de debate de Fico, Luis Felipe Henao, confirmó que el venezolano buscó, en un recorrido por Cúcuta, fotografiarse con el exalcalde de Medellín –segundo en las opciones electorales según las encuestas–, con el propósito de aparecer luego profiriendo amenazas contra Maduro y buscar así vincular a Gutiérrez con grupos irregulares armados.
Adicionalmente, hizo énfasis en las acciones sospechosas que ha venido adelantando la campaña del candidato Gustavo Petro, luego de conocerse la confesión del asesor jurídico de la campaña Pacto Histórico, Miguel Ángel del Río, de haber infiltrado la campaña de Fico Gutiérrez; las visitas de Juan Fernando Petro, hermano del candidato y de su senadora electa Piedad Córdoba, a la cárcel de La Picota para reunirse con narcotraficantes, parapolíticos y corruptos, entre otros; lo que se suma al esfuerzo de Colmenares de tratar de entrar a los cuadros directivos de la Campaña Fico Presidente.
Así las cosas, Henao anunció que pusieron a disposición de la Fiscalía General de la Nación las pruebas y alertó a la ciudadanía por la inminencia de una campaña sucia que busca no solo debilitar y tomarse las instituciones democráticas del país, sino que quiere socavar los principios como Nación y Estado.
Finalmente, Henao recalcó que «no solo hay una persecución criminal contra el candidato Fico Gutiérrez y contra esta campaña presidencial, pretendiendo infiltrarla y enlodarla, sino que la amenaza criminal es realmente contra la democracia colombiana a la que actores ilegales, con apoyo externo, pretenden destruir».
