El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, condenado en 2024 a 45 años de prisión en Estados Unidos por colaborar con redes de narcotráfico que enviaron toneladas de cocaína hacia ese país, fue liberado luego de recibir un indulto presidencial por parte de Donald Trump. La noticia fue confirmada oficialmente por la Oficina de Prisiones de EE. UU. y celebrada públicamente por su esposa, Ana García.
De acuerdo con el registro penitenciario de la institución, Hernández salió de la Penitenciaría Federal de Hazelton, en Virginia Occidental, tras casi cuatro años de reclusión. Un portavoz de la Oficina de Prisiones corroboró la liberación, que generó reacción inmediata tanto en Honduras como en Washington.
Ana García, esposa del exmandatario, expresó su agradecimiento al presidente Trump a través de un mensaje publicado en la plataforma X. En su mensaje afirmó: “Tras casi cuatro años de dolor, espera y desafíos difíciles, mi esposo Juan Orlando Hernández regresó a la libertad gracias al indulto presidencial otorgado por el presidente Donald Trump”. El mensaje estuvo acompañado por una fotografía del registro penitenciario que confirma su salida.
La decisión representa uno de los indultos más controvertidos de la administración Trump desde su regreso a la Casa Blanca, pues Hernández fue hallado culpable por un tribunal federal de haber facilitado, desde su posición en el Gobierno hondureño, el tránsito de cientos de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos. La sentencia, dictada el año pasado, señalaba que el expresidente operó en alianza con narcotraficantes y carteles que, según el fallo, obtuvieron protección política y policial durante su administración.
Consultado por periodistas durante un vuelo presidencial en el Air Force One, Trump justificó su decisión afirmando haber recibido múltiples solicitudes desde el país centroamericano. “Honduras me lo pidió, mucha gente de Honduras”, respondió el mandatario, sin ofrecer mayores detalles sobre el proceso que llevó a la concesión del indulto.
La liberación de Hernández ocurre en un momento de intensas tensiones políticas en Centroamérica, particularmente en torno a la cooperación judicial con Estados Unidos y la influencia del narcotráfico en las estructuras gubernamentales. El caso había sido considerado emblemático por el Departamento de Justicia, al demostrar, según fiscales federales, la penetración del crimen organizado en las altas esferas del gobierno hondureño.
La reacción oficial del gobierno de Honduras aún no ha sido emitida, mientras distintos sectores políticos y sociales analizan las implicaciones del indulto para las relaciones bilaterales y para la lucha contra el narcotráfico en la región. En el aire queda la pregunta sobre si Trump habría logrado que Hernández colabore en la lucha contra el narcotráfico en el Caribe, con el conocimiento que tiene de las redes por las que terminó en prisión.
